Este viernes, en la capital, falleció el reconocido periodista investigativo y presentador Mauricio Gómez Escobar, hijo del líder conservador Álvaro Gómez - quien fue asesinado en 1995 y fue calificado como crimen de lesa humanidad- tras sufrir una enfermedad que lo aquejaba hace años.
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Mauricio construyó su carrera en el oficio siendo director del diario El Siglo, propiedad de su familia, además de reportero del mismo diario y del Noticiero 24 Horas. Sus últimos años laborales, desde el 2018, los pasó en el medio de comunicación Noticias Caracol, quienes lamentaron su pérdida.
En 1988 tuvo que abandonar el país por amenazas contra su vida. Mauricio, además de su desempeño como periodista, fue artista plástico y literato en el género de ficción, gracias a sus reportajes.
La Fundación Gabo lamentó su muerte: “lamentamos profundamente el fallecimiento de Mauricio Gómez Escobar, periodista y cronista colombiano. Sinceras condolencias a sus colegas, amigos y familiares. Paz en su tumba”.
A sus condolencias se sumaron también las voces de colegas y políticos: “Muy dolorosa para el periodismo colombiano y para mi la muerte de Mauricio Gómez. Un gran periodista, cronista, un hombre íntegro y valiente. Tuve el privilegio de conversar con él en varias oportunidades y de escuchar su visión sobre el país. Para su familia mi saludo solidario”, dijo a través de su cuenta de twitter, Juan Manuel Galán.
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Mauricio Gómez fue nueve veces ganador del Premio Simón Bolivar y en 2017 al Mérito Periodístico “Guillermo Cano Isaza”, otorgado por el Círculo de Periodistas por haber dedicado su vida al periodismo, por su calidad profesional y su honorabilidad personal, que son ejemplo para las nuevas generaciones.
En sus palabras, para el CPB en 2021, al periodismo le hacía falta la reflexión: “Estamos en un mundo en donde la noticia, que era el elemento esencial dejó de serlo hace mucho tiempo. Arrollada por un mundo frenético, en donde todo el mundo está conectado todo el tiempo y siempre la necesidad de opinar sobre todos los temas. Estamos en un mundo dónde la opinión de un premio nobel, vale lo mismo que la de un ignorante. La democratización de la ignorancia es grave para el periodismo colombiano”.