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Colombia está entre los 30 países con mayor presencia de matoneo, acoso, o bullying escolar

Cada vez son más frecuentes los casos y las alarmas están encendidas.

De acuerdo con un informe de la ONG Bullying Sin Fronteras que fue realizado entre enero de 2020 y diciembre de 2021 indicó que se registraron 8981 casos. Además, que Colombia está entre los 30 países con mayor presencia de matoneo, acoso, o bullying escolar.

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Según el terapeuta ocupacional Farid Andrés Patiño Cortés, de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), “el maltrato entre pares se puede definir como un comportamiento agresivo centrado en la intimidación, humillación, ridiculización o difamación, cuya intención es causar daño físico y psicológico al otro”.

Además, este comportamiento tiene una frecuencia establecida, en la que se puede presentar mínimo una vez por semana durante más de 6 meses y genera un desequilibrio entre quien lo ejerce y quien lo recibe.

El especialista explicó que existen varios tipos de acoso: “físico, cuando el agresor golpea con puños o patadas para dejar huella o marcas en la víctima como forma de mostrar poder”.

El psicológico o emocional busca el aislamiento social de la víctima, es decir que esta no se integre en algún medio social escolar; con el verbal se resalta algún rasgo distintivo de la víctima, como su color de piel (blanco, trigueño, negro, amarillo), algún aspecto físico (visco, orejón, gordo, bajito, alto) o condición social (pobre, clase media o alta), con el fin de estigmatizarla, lo que genera una muy baja autoestima”, agregó el terapeuta.

Sin embargo, esos no son los únicos modos del matoneo, “También está el ciberbullying –quizá la forma con más auge después de la pandemia–, que emplea las redes sociales para subir fotos o videos para exponer de manera masiva a la víctima; además, como no es posible ver la reacción emocional del otro, hace que la aproximación a estos hechos se haga de manera insensible o indiferente”.

El experto considera que esto es una consecuencia de la pandemia “algunos de ellos –como el control de impulsos, la tolerancia a la frustración y la resolución de conflictos– fueron rezagados por el aislamiento y el aprendizaje virtual, y la dificultad de tener límites en dicho ambiente genera agresiones y otro tipo de conductas violentas”.

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El especialista se refirió al caso reciente en el país donde un menor de 13 años, estudiante del Colegio Granadino, en el municipio de Villamaría (Caldas), fue víctima de intento de empalamiento con una varilla de acero, lo cual le produjo una lesión en un testículo y al menos ocho días de incapacidad.

Una de las estrategias para prevenir esta situación, según el experto, es “realizar talleres de manejo emocional, en los que se les enseñe a los niños o jóvenes a manejar las emociones negativas (tristeza, rabia o frustración), con el fin de que aprendan a ser sanos emocionalmente y puedan expresar sus sentimientos de forma libre, pero sin violencia, agresividad o dolor”.

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