Desde hace 30 años las Naciones Unidas conmemoran la Semana Mundial del Agua; una fecha que se usa para sensibilizar y concientizar acerca de la crisis mundial del agua y la responsabilidad que tienen todos los países de buscar medidas que les garanticen a sus habitantes el acceso de este recurso.
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Por esto en esta fecha las Naciones Unidas para la Infancia -UNICEF-, recordó que los millones de habitantes del mundo no solo requieren agua potable para consumo humano, sino que también necesitan saneamiento e higiene y sistemas sanitarios que garanticen su derecho a crecer en entornos limpios y seguros.
“El acceso a este recurso y la existencia de infraestructuras hídricas influyen en la reducción de desigualdades y la disminución de la pobreza. En Colombia, a pesar de los avances, uno de los grandes retos continúa siendo el acceso a agua y saneamiento en las zonas rurales en donde los niveles de cobertura son significativamente más bajos. Esto hace más difícil las labores del hogar como lavar y cocinar alimentos, hacer el aseo, regar cosechas y el consumo para animales domésticos y se torna sumamente crítico en aquellas comunidades en donde se ve afectado el entorno educativo. Además, la falta de infraestructura de saneamiento básico contribuye a problemas de salud y contaminación ambiental relacionados con la práctica de defecación a campo abierto”, indicó Naciones Unidas en el marco de esta conmemoración.
Agua en las regiones apartadas
Gracias a la institucionalidad y varios aliados, esta organización ha podido desarrollar de la mano de las comunidades, niños y niñas en los territorios más vulnerables del país, un trabajo sin precedentes para que llegue el agua potable a los lugares más apartados.
Así es como se ha logrado avanzar en la instalación y adecuación de unidades sanitarias en instituciones educativas de los departamentos de La Guajira, Atlántico, Antioquia, Chocó, Nariño, Arauca, Norte de Santander, Vichada y Sucre.
“Contar con los servicios de agua, saneamiento e higiene dignos y seguros en las instituciones educativas ayuda a mejorar la permanencia y calidad educativa de los y las estudiantes. Por ejemplo, la niñas y las personas menstruantes no deben ausentarse de la escuela por falta de insumos para la gestión de la menstruación, incluyendo puntos de lavado de manos con agua y jabón por si hay manchado; esto reduce los riesgos de abandono escolar”, afirmó Diego López, Oficial de Agua, Saneamiento e Higiene para UNICEF Colombia.
Las iniciativas alrededor del agua logran beneficiar no solo a los niños, niñas y adolescentes, sino a sus familias y a la comunidad que los rodea. Un ejemplo de ello es la iniciativa que se adelanta en La Guajira gracias al apoyo de socios como Baxter Foundation y la Fundación Halü, para reducir la práctica de defecación a campo abierto a través del trabajo comunitario y la instalación y rehabilitación de sistemas de agua y saneamiento. Con esta intervención –que se enmarca en el apoyo al Estado colombiano en la implementación de la política pública Guajira Azul y su estructuración de proyectos de pilas públicas- se espera contribuir de manera directa al desarrollo sano de 6000 niños, niñas y adolescentes y a un estimado de 10.000 participantes indirectos en esta intervención.
Además de la ayuda para llevar este bien primario a las comunidades, también es momento de hacer un llamado a la protección y la utilización de las aguas subterráneas de forma sostenible para sobrevivir al cambio climático.