La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito anunció este lunes que instalará en Colombia su sede regional, desde donde supervisará y coordinará las operaciones contra el narcotráfico y delitos en Argentina, Chile, Bolivia, Ecuador y Uruguay.
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”La creación de una oficina regional nos va a permitir tener un abordaje más efectivo en nuestras operaciones y en las comunicaciones”, dijo la directora ejecutiva de la UNODC, la egipcia Ghada Waly, en un acto conjunto con el presidente de Colombia, Iván Duque.
La oficina de esta agencia, que se ocupa de temas de narcotráfico y trata de seres humanos, entre otros, liderará las operaciones en Colombia y también supervisará las de los otros cinco países.
Waly lanzó junto a Duque y la canciller y vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, la nueva estrategia de la UNODC para América Latina y el Caribe 2022-2025, basada en la lucha contra la corrupción y delitos económicos y contra la delincuencia transnacional organizada, así como el fortalecimiento de la prevención del delito y la justicia penal, y el problema mundial de las drogas.
Según Waly, esta visión propone un enfoque regional reforzado pero flexible, que fortalece múltiples colaboraciones y alianzas con los países y fomenta la colaboración y las iniciativas a nivel regional.
”Creemos firmemente que esta nueva visión va a llevar nuestra cooperación a otro nivel”, dijo la directora regional, quien especificó que la nueva estrategia tiene como propósito promover la justicia para ayudar a lograr una mayor igualdad y prosperidad.
Por su parte, Duque destacó que en la lucha contra las drogas y otros delitos trasnacionales “la colaboración y la coordinación internacional es fundamental (...) La colaboración en tiempo real en estas materias es urgente; se han dado importantes avances, pero claramente se requiere mucho más para romper la cadena del lavado de activos provenientes de esos crímenes”, manifestó el presidente.
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Según las últimas cifras de la UNODC, del Informe Mundial de Drogas de 2021, la producción de cocaína se duplicó entre 2014 y 2019, y se estima que llegó a un récord de 1.784 toneladas.
Sin embargo, los cultivos de coca vieron un descenso del 5% en 2019, con 234.200 hectáreas cultivadas, sobre todo por la disminución de los cultivos en el país del 9%, siendo el de mayor siembra de hoja de coca, por delante de Perú y Bolivia.
En 2019 Colombia cultivó dos tercios del total mundial, mientras que Perú produjo alrededor de un cuarto y Bolivia el 11%.
