El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) informó que el mes de enero corresponde al primer periodo de menos lluvias en el país, por lo que se podría avecinar una temporada de sequía que podría provocar incendios y heladas en horas de la madrugada.
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El fenómeno de las heladas podría extenderse por los meses de enero, febrero y marzo en las zonas ubicadas cerca o por encima de 2.400 metros sobre el nivel del mar.
“Hay que tener en cuenta que las condiciones de cielos despejados en horas de las madrugadas en esta época favorecen temperaturas bajas en horas de la mañana en el altiplano cundibiyacense, con afectaciones importantes a los cultivos, por lo que hay que estar atentos estos próximos días a la evolución de las condiciones meteorológicas”, señaló el jefe de pronósticos del Ideam, Daniel Useche.
La entidad informó que la probabilidad de ocurrencia de las heladas aumenta en las zonas del altiplano cundiboyacense y nariñense, especialmente en los sectores de Santander, Norte de Santander, Cundinamarca, Boyacá y Antioquia.
Ideam lanza alertas por heladas e incendios forestales en el país
Las heladas se presentarían principalmente en horas de la madrugada durante los meses de enero, febrero y hasta mediados de marzo, época de la temporada seca en el año.
Los incendios forestales también son una preocupación, debido a la disminución de las lluvias que se reporta en este inicio de año. Las zonas en donde se debe estar alerta por este posible fenómeno son Caribe, Orinoquía y el norte-centro de la región Andina.
“Con alta probabilidad de ocurrencia de incendios de la cobertura vegetal se encuentran algunos municipios de los departamentos de Arauca, Atlántico, Bolívar, Boyacá, Casanare, Cesar, Cundinamarca, Córdoba, Guaviare, La Guajira, Magdalena, Meta, Norte de Santander, Santander y Vichada. Adicionalmente, existe probabilidad moderada en algunos municipios de los departamentos de Antioquia, Caquetá, Sucre y Tolima”, precisó la entidad.
Sobre esta situación, la entidad recomendó a las autoridades ambientales hacer un constante monitoreo sobre estas zonas de riesgo, además de hacer seguimiento a las fuentes abastecedoras de agua, para poder garantizar el recurso hídrico en caso de una emergencia.