Los colombianos se preparan para las festividades de Navidad y Año Nuevo con una economía en franca recuperación tras la crisis de la pandemia, mientras el mercado local enfrenta fuertes alzas en los precios de productos básicos como la carne, el pollo, la leche y los huevos.
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El fenómeno de la inflación mundial también golpea a Colombia y según el Departamento Nacional de Estadísticas (DANE), en los últimos 12 meses fue del 5,26 %, muy por encima de la meta del 3 % fijada por el Banco de la República (autoridad monetaria).
En la carne, la inflación fue del 30 %, en el pollo del 25 %, en los huevos del 13 % y en la leche en el 10%.
Las explicaciones sobre el aumento de los precios de estos productos están relacionadas con fenómenos como la crisis mundial de contenedores, que afecta a Colombia por las dificultades para la importación de insumos agropecuarios; las protestas de mayo y junio, que perjudicaron la dinámica económica, y la pandemia de la covid-19.
FUERTE DEMANDA EXTERNA
Para el director de la Asociación de Ganaderos de la Costa Norte (Asoganorte), Julián Saade, en 2022 “se mantendrá la tendencia hacia el alza en los precios de la carne y la leche”.
Saade dijo que por ejemplo la demanda internacional de la carne colombiana no va a permitir que el precio baje en el mercado local.
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“Por el contrario, es una realidad que se va a sostener en los próximos años”, afirmó Saade a Efe para explicar la relación entre la oferta y la demanda del producto.
El empresario agregó que con la leche ocurre algo similar por su “conectividad” con la producción de carne.
“Cuando sube el precio de la carne, el ganadero tiende a no ordeñar las vacas y darle la leche al ternero para mejorar el proceso de engorde”, señaló.
Saade detalló además que “el precio internacional de la leche en polvo”, uno de los productos que importa Colombia, está alto y con un dólar por las nubes, rondando los 4.000 pesos, “se desfavorece su importación y por ende sube el precio”.
Igualmente explicó que los insumos agropecuarios, las medicinas, los herbicidas e insecticidas también han subido de precio y eso influye en el coste final de los productos que llegan a la mesa de los colombianos.
COMERCIANTES DE PLAZA AFECTADOS
En todo el país los altos precios de la carne afectan no solamente al consumidor sino también a los comerciantes, para quienes cada vez es más difícil vender un producto que puede llegar a ser considerado “un lujo”.
En el popular mercado de Bazurto, en Cartagena de Indias, trabaja desde hace más de tres décadas Ramiro Cantillo, quien asegura que “el pronóstico es que como siga esto así, nos vamos a quedar sin carne”.
“Se la llevarán a los grandes almacenes donde compra la clase media y alta y en los mercados informales, como este, no se va a poder distribuir carne porque aquí el que viene a comprar es el pueblo”, expresa a Efe.
Cantillo explica, por ejemplo, que el kilo de carne que costaba 16.000 pesos (unos cuatro dólares) hace ocho meses, hoy vale 22.000 pesos (unos 5,5 dólares).
Para Iris Fabra, que vende queso, pollo, huevos y otros alimentos en la plaza de Bazurto, es injusto que ellos, que durante todo el año le compran a los mayoristas productos derivados de la leche, en esta época, por los altos precios y la demanda del exterior, “prefieran dejarlo sin queso a uno”.
“Semanalmente me dejaban 100 kilos de queso semiduro y ahora no dejan ni un bloquecito”, relata inconforme a Efe y explica que está ocurriendo lo mismo con otros productos como el pollo.
“Cualquier negocio quiebra así, con apenas quinientos pesitos de ganancia (unos 12 centavos de dólar)”, lamenta esta vendedora.
Incluso la cerveza empezó a escasear a mediados de este mes en varias regiones del país por “una crisis de oferta de productos”, según Bavaria, la principal cervecería de Colombia.