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“Tiene que haber un Estado fuerte que proteja al ciudadano, pero al mismo tiempo una inversión social que permita el desarrollo”: Federico Gutiérrez

Federico Gutiérrez es ingeniero civil, fue alcalde de Medellín entre el 2016 y el 2019, concejal de la ciudad entre el 2004 y el 2011, y consejero municipal de la juventud en 1999. A sus 46 años está recolectando firmas a lo largo de país para lograr convertirse en próximo presidente de la República.

Federico Gutiérrez (Cortesía)

¿Por qué cree que usted es la mejor opción para Colombia?

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Ya goberné y lo hice desde lo local. Sé qué es lo que necesitan las regiones y es muy importante concentrar los esfuerzos en resolver problemas. Hoy el mayor problema que tiene Colombia es que el 42% de la población está en situación de pobreza; es decir, 21 millones de personas en situación de pobreza. Tenemos que hacer que la economía crezca de manera acelerada para que existan oportunidades para la gente. Además, necesitamos seguridad, que es un tema que conozco bien y que demostré que desde Medellín se podían dar resultados importantes cuando hay una articulación entre todos los estamentos y cuando hay una concepción de seguridad integral. Tiene que haber un Estado fuerte que proteja al ciudadano, pero al mismo tiempo una inversión social que permita el desarrollo. Son muchos temas y lo importante es que podemos unir a muchos sectores del país y que yo no estoy concentrado en las discusiones estériles de izquierda o derecha; porque los problemas hay que resolverlos.

¿Cuáles serían esos principales problemas en los que se enfocaría?

Nosotros tenemos tres principales problemas para resolver. Primero, la pobreza y la desigualdad; segundo, el sustento económico insuficiente y baja productividad; y el tercero, un Estado débil, donde hay inseguridad física, jurídica, corrupción y en donde está en riesgo la democracia. Lo cierto es que hoy, en pandemia, hay más familias que sufren la pobreza. Hay familias que pasaron de tener tres comidas al día a tener dos. Hay 248.000 niños que se salieron del sistema escolar. Unos problemas que están asociados a la desigualdad inmensa y a la falta de acceso a la educación. La inseguridad en todas las regiones del país y en las ciudades principales, todo eso hay que resolverlo y hay que generar las condiciones para que pueda existir inversión y se cree más empleo y oportunidades. Además, tiene que haber una condición clara de garantizar la seguridad de la gente.

En el tema de seguridad, va a establecer alguna política especial en los territorios, ¿Cuáles son esos focos en los que se concentraría?

El año pasado el 78% de las masacres ocurrieron en los cinco departamentos en los que están concentrados los cultivos ilícitos y coincide con esas zonas donde el Estado no hace presencia. Hacer presencia no es solo descargar tropas, que es absolutamente necesario; claro que hay que apoyar a la Fuerza Pública, que tiene que haber lucha contra el microtráfico, contra la minería ilegal, y eso lo vamos a hacer. Pero, también tenemos que llegar con inversión social, con escuelas, con vías terciarias para que los campesinos puedan tener otros productos y hacer la restitución de cultivos, para que puedan comercializar y vender sus productos. Tiene que llegar la salud, la educación y la justicia a los territorios. Yo creo en un concepto de seguridad integral donde tiene que existir la autoridad suficiente que la ponga y el carácter para garantizarla, y así luchar contra las estructuras criminales, tanto en las zonas rurales como en las zonas urbanas. Pero, sé que esto se resuelve si llevamos desarrollo a los territorios y le damos oportunidades reales a la gente, por eso yo insisto en que la seguridad no es de izquierda ni de derecha, es un derecho y hay que garantizarlo.

Los grupos ilegales han ganado espacio en los territorios, ¿Cómo las piensa combatir?

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Tenemos en los territorios hoy disidencias Farc, ELN, Clan del Golfo, Caparros y hasta grupos mexicanos. Hay que tener una fortaleza institucional para poder combatirlos. Pero, vuelvo e insisto en que lo importante es llegar a los territorios de manera social. ¿Por qué? Porque de lo contrario ellos van a seguir controlando esos territorios. Donde no hay Estado hay ilegalidad. En mi concepto el fortalecimiento a la fuerza pública juega un papel importante, pero al mismo tiempo, hay que ir directamente a donde está el procesamiento de drogas, a los laboratorios, a la cadena de suministros y comercialización, a la extinción de dominio de bienes producto del narcotráfico, de la minería ilegal y de todas las actividades ilegales. Hay que disminuir de manera radical los ingresos de esas estructuras criminales porque mientras más ingresos, tienen un fortalecimiento financiero que les va a permitir un fortalecimiento militar. Estamos nadando en droga, 245.000 hectáreas de cultivos ilícitos hay en Colombia, con producciones 5 a 1 al año, lo que quiere decir que una hectárea le produce cinco cultivos al año. De manera que esto es un tema de productividad en donde los problemas del país se han venido agravando en materia de Seguridad por falta de presencia del Estado, por falta de autoridad en muchos de los territorios y porque han dominado y siguen controlando algunos territorios muchas de estas estructuras ilegales. Eso es en las zonas rurales, pero vemos que tienen una gran incidencia en las zonas urbanas. Vemos como hay muchas estructuras ilegales que le hacen mucho daño a las ciudades a través de una delincuencia común que tiene azotada a la gente, que ya tiene miedo de salir a las calles. A la gente hay que garantizarle la seguridad y por eso vuelvo e insisto en que esto no tiene nada que ver con las discusiones en el sentido en el que si los temas son de izquierda o de derecha, aquí hay que solucionarlos y ya.

Para muchas personas usted viene siendo “el que dice Uribe”, ¿Qué les responde?

No, eso no tienen sustento para decirlo. Primero, yo no hago parte del Centro Democrático. Segundo, ellos tienen un proceso interno entre sus candidatos. Yo tengo mi candidatura cívica, ciudadana e independiente. Uribe es una persona a la que le he tenido respeto, pero yo soy yo, y tengo independencia. ¿A quién le gané yo la Alcaldía de Medellín? Le gané al candidato del Centro Democrático, le gané al candidato de Fajardo, le gané al candidato de todos los demás partidos. Y llegué a trabajar por la ciudad y eso es lo que voy a hacer por el país. Mi interés no es fortalecer ningún equipo político ni estar de una orilla ideológica o estar en contra de otra, sino que le vaya bien al país, tengo un propósito superior, más que un propósito personal y eso es lo que a mí me ha caracterizado.

Si se presenta una coalición, ¿Con cuáles partidos políticos tiene afinidad?

Falta mucho para eso. Que se definan las candidaturas de quienes vamos por firmas, de quienes logran realmente consolidarlas. Hay plazo hasta el 17 de diciembre, voy bien con mi recolección de firmas en todo el país. Recorro las ciudades todos los días, hablo con la gente, tenemos voluntarios por todo el país que nos están ayudando. De acuerdo con eso, y de quienes sean los candidatos, miraremos en cómo nos ponemos de acuerdo en el futuro del país, porque esto no puede ser un proyecto individualista. Yo diría y es que tenemos que buscar lo que nos une. Yo defiendo la libertad ciudadana, la libre empresa, la economía de mercado, la educación como transformación social, la seguridad como un derecho al que tenemos todos los ciudadanos, la lucha directa contra la corrupción y que tiene que haber un Estado que llegue a los territorios. Los que estemos de acuerdo con esas bases y con esos ideales de país podemos hablar y llegar a acuerdos. Aquí en nuestras propuestas son bienvenidas todas aquellas personas que quieran construir país, independiente si pertenecen o no a un partido. Aquí los únicos que no son bienvenidos son los corruptos y los violentos. De resto vamos a trabajar con la gente y para la gente.

¿Cuál es la radiografía que ha podido tomar de los recorridos que ha hecho por el país?

Hay mucha gente sufriendo, la pandemia generó un retroceso de superación de la pobreza de más de 10 años. Estamos hablando que 21 millones de colombianos están en situación de pobreza, es una tragedia directa; y que de esos, 7 millones estén en situación de extrema pobreza. ¿Quién puede vivir con 140.000 pesos al mes? ¡Nadie! ¡Es un absurdo! Un país con esos niveles de pobreza no es viable. Eso es lo que más duele y lo que le abre el camino a la violencia. La falta de oportunidades, de un enfoque social real en los territorios. A mí me duele eso, porque es en todas las ciudades en las que se ve, en unas regiones más que en otras. Pero, hay mucha pobreza y mucha gente sufriendo. Por eso yo insisto en que hay quienes se quieren concentrar en las discusiones de izquierda, de derecha o centro; la gente no está en eso. Una madre de familia que se quedó sin empleo está concentrada en encontrar uno para garantizar las tres comidas al día para su familia, para que su hijo pueda estudiar, ir a la educación superior y que pueda conseguir un empleo digno. Aquí el centro que le importa a la gente es el centro de la mesa, que estén las tres comidas del día, que cuando vayan al centro de la ciudad no los atraquen. Por eso insisto en que hay que hablar menos de mecánica política y más de las necesidades de la gente.

Actualmente los jóvenes están muy activos en la participación política, ¿Qué opina de eso?

Me encanta y me parece maravilloso que los jóvenes se preocupen por lo público y por el futuro de su país, porque yo vengo de un proceso juvenil. Yo fui CMJ, consejero municipal de la juventud en 1999 y fue un proceso de formación que después me llevó a ser concejal de mi ciudad entre el 2004 y el 2011 en Medellín. Y, luego ser alcalde entre 2016 y el 2019. Yo creo en el poder transformador de los jóvenes. Cuando los jóvenes reclaman que tiene que haber acceso a la educación con calidad y con pertinencia, comparto ese pensamiento. De 10 jóvenes que logran terminar el bachillerato en Colombia, solo 4 o 5 tienen garantizando acceso a educación superior. La gente quiere vivir en paz, oportunidades reales y los jóvenes quieren crecer de manera sostenible, cuidando el medioambiente y el planeta.

¿De ser elegido cómo es el país que recibiría?

Un país marcado en medio de una pandemia que no ha terminado, con unos niveles de pobreza superiores a los que teníamos hace dos años. Con unos problemas serios producto del narcotráfico, de la minería ilegal, de la desigualdad social que hay en tantas ciudades. Un país que avanza en temas de infraestructura en donde esas obras no solo hay que continuarlas sino terminarlas, las 4G, las 5G, los proyectos multimodales. Un país que deja reglamentada la transición energética. Lo bueno tiene que continuar y lo que no funcione se tiene que cambiar. Más que hablar del pasado es pensar en una Colombia hacia el futuro.

¿Cuál es su posición frente al aborto?

Yo no estoy de acuerdo con la legalización total del aborto. Respeto la decisión de la Corte con respecto a las tres circunstancias definidas previamente como son por caso de violación, por malformación del feto que impida la vida y el caso en el que la madre esté en riesgo de muerte. Pero, no me parece que una mujer deba terminar en la cárcel por un aborto, no estoy de acuerdo con eso, hay que entender muchas circunstancias.

¿Está de acuerdo con la legalización de la marihuana?

No estoy de acuerdo con quienes plantean la legalización de todas las drogas. Me parece un debate muy peligroso que no debe ser un tema de moda. Soy padre de familia, tengo un hijo de 13 años y otro de 10, sé lo que los padres de familia piensan sobre este tema. Estoy de acuerdo con la reglamentación que se ha dado para el uso del cannabis en términos medicinales, creo que ahí hay una buena oportunidad para el país en términos económicos en muchas regiones. La legalización de las drogas no solo depende de un país, sino de todo un entorno. Aquí debemos entender es que tenemos un problema de salud pública, de consumo. Por eso insisto en que a los distribuidores, a quienes se dedican al suministro, a los que intoxican a nuestros niños y a nuestros jóvenes, hay que castigarlos. Pero, a un joven que esté consumiendo hay que darle asistencia.

¿Qué le quiere decir a los colombianos?

Unámonos en torno a un propósito común. Podemos tener diferencias y de eso se trata, pero eso no puede llevar a odiarnos y a generar más sitios de violencia. Podemos construir a partir de la diferencia encontrando puntos comunes en los cuales al país le vaya bien y la gente esté mejor. No me gustan los discursos de odio, de lucha de clases. Tenemos que cuidar la democracia y sé que podemos hacerlo entre todos. Colombia está llena de gente buena y podemos sacarla adelante.

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