Un hombre de 35 años está al borde de perder parte de su extremidad superior por un accidente que le deparó el destino.
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Este particular hecho fue denunciado por la comunidad del barrio Santa María en el municipio de Cereté, en el departamento de Córdoba.
Los vecinos de esta población alcanzaron a decir sobre este caso el refrán popular: “Dios no castiga ni con palo ni con rejo”, pero en esta ocasión, la providencia obró de una forma fuera de lo común.
Esto cuando una madre se salvó de ser golpeada por su hijo, luego de que una puerta de zinc se le atravesara al iracundo hombre, en momentos de que éste iba a golpear con fuerza a su propia madre.
Al parecer, antes de dar el golpe, su mano quedó incrustada, con tan mala suerte, en una lámina de metal perforando esta extremidad.
Momentos después y bastante adolorido, el agresor tuvo que ser trasladado de emergencia al Hospital San Diego, donde será remitido a Montería, debido a la gravedad de la herida.
En síntesis, los médicos determinaron que debido al golpe es probable que pierda, la misma mano, que alzó en contra su madre.
