Cincuenta días después del crimen que estremeció al país, la Fiscalía y la Policía Nacional lograron un nuevo avance en el caso del homicidio de Sara Millerey González, mujer trans asesinada el 4 de abril de 2025.
En las últimas horas fue capturado Juan David Echavarría Zapata, alias ‘Chucky’, en el barrio Playa Rica del municipio de Bello. El hombre es señalado como el segundo autor material del crimen y, según las autoridades, tendría vínculos con el grupo delincuencial organizado ‘El Mesa’.
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‘Chucky’ no es un desconocido para la justicia: tiene antecedentes por concierto para delinquir, homicidio y tráfico de estupefacientes. Ahora, deberá responder por el delito de homicidio agravado. Actualmente se encuentra en audiencia de legalización de captura.
El crimen de Sara Millerey, quien fue brutalmente golpeada y arrojada a la quebrada La García, provocó rechazo nacional e internacional por el nivel de violencia y el sesgo de género que habría detrás del ataque.
Reacciones oficiales
La alcaldesa de Bello, Lorena González, calificó el asesinato como un “acto atroz” y reafirmó su compromiso con la justicia y la comunidad LGBTIQ+:
“Sara no está olvidada. Cada paso que damos en la investigación honra su memoria y reafirma nuestro compromiso con la defensa de los derechos humanos y con un Bello donde la vida y la diversidad sean sagradas”.
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También explicó que esta es la segunda captura de tres que se esperan como parte de la investigación liderada por la Policía Metropolitana, la Sijín y el CTI de la Fiscalía General de la Nación.
¿En qué va el caso de Sara Millerey?
Con la captura de alias ‘Chucky’, ya son dos los hombres detenidos por el homicidio de la activista y estilista. El primer capturado fue Juan Camilo Muñoz Gaviria, alias ‘Teta’, aprehendido a finales de abril, luego de que las autoridades ofrecieran una recompensa de 100 millones de pesos.
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Ambos están señalados de propinarle una golpiza que le causó fracturas múltiples antes de lanzarla a la quebrada, donde murió. Según los reportes de la comunidad, los agresores impidieron que vecinos la ayudaran mientras aún estaba con vida.
Aún falta por ubicar y capturar a un tercer implicado, cuya identidad no ha sido revelada públicamente por las autoridades. El caso sigue abierto y bajo vigilancia de organizaciones defensoras de derechos humanos.