En Antioquia, el Laboratorio Vivo nace como una apuesta innovadora para transformar la educación a través del juego, la creatividad y la participación comunitaria. Impulsado por United Way Colombia, Fundación EPM y aliados locales, este espacio busca inspirar nuevas formas de aprender y enseñar, conectando a niños, jóvenes y adultos con experiencias significativas y colaborativas.
PUBLIMETRO habló con Cristina Gutiérrez de Piñeres, directora ejecutiva United Way Colombia sobre este nuevo espacio ubicado en el Museo del Agua.
¿Cómo surgió la idea de crear un Laboratorio Vivo en Antioquia y qué propósito educativo buscan transformar con esta iniciativa?
Esta iniciativa nace del sueño compartido de movilizar, actuar y transformar los territorios desde la educación. El Laboratorio Vivo es una apuesta por construir espacios de innovación educativa que inspiren a las comunidades a soñar y cocrear soluciones a los desafíos de los nuevos contextos sociales y tecnológicos. Más allá de ser un espacio físico, es un punto de encuentro donde niños, niñas, jóvenes y adultos pueden vivir experiencias de aprendizaje dinámicas, lúdicas y profundamente significativas. Queremos revalorizar el juego como esencia del aprendizaje y convertir este espacio en un catalizador de ideas, creatividad y participación ciudadana en el ámbito educativo.
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¿Qué papel tienen el juego y la creatividad en los nuevos modelos de aprendizaje que ustedes promueven desde United Way Colombia?
El juego no es solo una herramienta, es el lenguaje natural del aprendizaje. Desde United Way Colombia lo reconocemos como un componente esencial para una educación más inclusiva, participativa y centrada en el desarrollo humano. A través del juego fomentamos la curiosidad, la exploración, la empatía y el pensamiento crítico. Este enfoque estimula el desarrollo cognitivo, social y emocional de los participantes, y nos permite diseñar experiencias que despierten el deseo genuino por aprender, colaborar y liderar transformaciones.
El Laboratorio Vivo fue construido con base en procesos de ideación y co-creación. ¿Qué voces o actores fueron clave para diseñar un espacio que responda a las necesidades reales de la comunidad?
El Laboratorio Vivo es el resultado de una articulación comprometida entre Fundación EPM, el equipo del Museo del Agua, Bibliotec y United Way Colombia. Cada organización aportó desde su experiencia, conocimiento y visión de impacto. También incorporamos las voces de docentes, líderes comunitarios, niños y jóvenes que participaron activamente en procesos de escucha e ideación. Este ejercicio de co-creación nos permitió construir un espacio verdaderamente pertinente, flexible e inspirador, diseñado desde y para las comunidades.
¿Cuáles son los principales aprendizajes o hallazgos que han tenido en la implementación de este primer Laboratorio Vivo y cómo se proyecta su evolución a futuro?
Uno de los grandes aprendizajes ha sido constatar el poder de la colaboración multisectorial para lograr transformaciones educativas reales. También hemos reafirmado la importancia de diseñar desde la experiencia, es decir, crear espacios donde el conocimiento se viva, no solo se enseñe. El Laboratorio Vivo nos ha permitido validar nuevas metodologías que integran juego, tecnología, arte y pensamiento crítico. A futuro, buscamos escalar este modelo a otros territorios del país, adaptándolo a sus contextos y necesidades específicas, y continuar fortaleciendo una red de innovación educativa con actores públicos y privados, y, por supuesto, con la participación constante de las comunidades.
¿Qué impacto esperan generar a corto y mediano plazo en niños, jóvenes y adultos que visiten este espacio? ¿Tienen metas o indicadores de éxito definidos?
A corto plazo, buscamos que cada visita al Laboratorio se traduzca en una experiencia significativa que despierte la curiosidad, fomente la creatividad y fortalezca habilidades del siglo XXI. A mediano plazo, queremos que estas experiencias se traduzcan en cambios concretos en las prácticas pedagógicas, el liderazgo estudiantil y la participación comunitaria. Contamos con indicadores cualitativos y cuantitativos que nos permitirán hacer seguimiento al impacto y al mejoramiento constante de esta apuesta.
El trabajo colaborativo con la Fundación EPM ha sido clave en este proceso. ¿Qué lecciones deja esta alianza para futuras iniciativas educativas y sociales en Colombia?
Esta alianza nos ha demostrado que cuando organizaciones con propósito se unen, los sueños se vuelven posibles. Fundación EPM ha sido un aliado estratégico con visión de largo plazo, lo que ha facilitado construir una iniciativa sostenible, pertinente y alineada con los retos del territorio. Esta experiencia nos reafirma que la innovación social no puede caminar sola: necesita de la fuerza colectiva, de la escucha activa y de una gestión compartida del impacto. Para futuras iniciativas, esta experiencia será una hoja de ruta sobre cómo construir desde la confianza, la corresponsabilidad y el compromiso con la transformación social, y con los territorios.
¿Se pueden vincular otras organizaciones, empresas o actores sociales a esta apuesta por transformar la educación desde la innovación y la experiencia?
Absolutamente. United Way Colombia tiene como esencia la innovación y la construcción de red, que invita a todos los actores –empresas, fundaciones, sector público, academia y ciudadanía en general– a sumarse a la transformación educativa desde sus fortalezas. Creemos en la fuerza del trabajo colaborativo. Nuestra misión es movilizar comunidades, actuar con propósito y transformar vidas. Las puertas del Laboratorio Vivo están abiertas para todas las organizaciones que deseen aportar conocimiento, recursos o ideas que impulsen la innovación educativa y la equidad en el acceso al aprendizaje significativo en nuestro país.

