El exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, ha compartido una conmovedora revelación sobre las dificultades que ha enfrentado su familia debido a la creciente violencia en la ciudad. En un emotivo mensaje publicado en X (anteriormente Twitter), Quintero informó que, debido a la amenaza constante y los ataques dirigidos hacia ellos, se vio obligado a sacar a su familia de la capital antioqueña.
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La noticia se produce en medio de una crisis paralela que afecta a la familia del presidente Gustavo Petro. En un reciente anuncio, Petro reveló que su hija menor, Antonella, también dejará Colombia debido a la intensa persecución psicológica y amenazas que ha estado sufriendo. El mandatario ha expresado su dolor y frustración ante la situación, explicando que el ambiente hostil se ha vuelto insoportable para su familia, especialmente para su hija, quien a pesar de su corta edad ha sido víctima de ataques severos.
Daniel Quintero, al solidarizarse con el presidente Petro, hizo una reflexión profunda sobre la política y la violencia en Colombia. En su declaración, Quintero criticó la persistencia de un fenómeno alarmante en el país: la marginación y el acoso hacia aquellos que piensan diferente. “El rechazo hacia quienes tienen opiniones políticas divergentes ha sido una constante en nuestra historia, y lamentablemente, esta práctica ha resultado en trágicas pérdidas de vidas”, expresó Quintero.
Además, el exalcalde detalló algunas de las tácticas utilizadas en su contra, incluyendo presiones sobre la educación de sus hijos y la invasión de su privacidad. Describió cómo su familia ha sido blanco de ataques que van desde cartas intimidatorias hasta vigilancia con drones, destacando que estas agresiones buscan desestabilizar y generar miedo. “Es desgarrador ver cómo el odio se dirige hacia nuestras familias, que no tienen ninguna culpa de las decisiones políticas de los padres”, comentó Quintero, lamentando el impacto emocional en sus hijos.
Por su parte, el presidente Gustavo Petro ha manifestado su tristeza y desamparo al ver a su hija enfrentando una persecución tan severa. En declaraciones recientes, Petro subrayó que la situación ha tenido un efecto devastador en Antonella, quien ha sido objeto de comentarios crueles tanto en redes sociales como en su entorno social. El presidente añadió que esta situación es reflejo de un “fascismo creciente” en ciertos sectores de la sociedad colombiana, donde la negativa a aceptar las prioridades del gobierno en favor de los más necesitados ha generado un ambiente hostil.
Ambos líderes han coincidido en la dificultad de mantener la calma y la fortaleza en medio de tales adversidades. Mientras Quintero se pregunta cómo enfrentar la situación sin recurrir a la venganza, Petro lucha por encontrar el equilibrio entre su rol público y el dolor personal que siente.
En un mensaje de apoyo y esperanza, Quintero concluyó: “Fuerza para Antonella y para el presidente Petro. Espero que estas pruebas sirvan para algo positivo y que, a pesar de todo, se pueda encontrar una solución para el sufrimiento que enfrentan”.
Este momento crítico resalta la necesidad de una reflexión más profunda sobre la tolerancia y la seguridad en Colombia, y deja claro que la violencia política sigue siendo una realidad dolorosa para muchas familias en el país.