El cometa 3I/ATLAS ha despertado el interés de la comunidad científica mundial al confirmarse como un objeto interestelar, es decir, un visitante que proviene de fuera de nuestro sistema solar. Se trata apenas del tercer objeto de este tipo identificado hasta la fecha, después de Oumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019, lo que lo convierte en un fenómeno astronómico excepcional.
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Su nombre no es casual: el prefijo “3I” indica que es el tercer objeto interestelar confirmado, mientras que “ATLAS” hace referencia al sistema de telescopios automatizados Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System, responsable de su descubrimiento en julio de 2025.
¿Cuándo y qué tan cerca pasará de la Tierra?
El momento de mayor aproximación del cometa 3I/ATLAS a nuestro planeta será el 19 de diciembre, fecha que ha motivado una vigilancia científica constante a nivel global. Durante ese acercamiento, el cometa pasará a una distancia aproximada de 270 millones de kilómetros de la Tierra, una separación considerable que descarta cualquier tipo de impacto o interferencia directa.
Aunque su velocidad y origen han generado especulación, los expertos han sido enfáticos en señalar que no existe ningún riesgo para el planeta. Su trayectoria no cruza la órbita terrestre y su comportamiento, aunque inusual, se mantiene dentro de parámetros observables y controlados.
¿Por qué hay tanta vigilancia científica alrededor de 3I/ATLAS?
Más allá de la seguridad planetaria, el interés por 3I/ATLAS radica en su enorme valor científico. Al provenir de otro sistema estelar, este cometa ofrece una oportunidad única para estudiar la composición de la materia interestelar, algo imposible de analizar con objetos formados dentro de nuestro propio sistema solar.
Los científicos están observando de cerca su estela de gas y polvo, lo que permite analizar su estructura interna y la composición química de su núcleo. Estos datos ayudan a comprender cómo se forman y evolucionan los cometas en otros entornos cósmicos y cómo reaccionan al interactuar con la radiación solar.
¿Podrá verse el cometa desde la Tierra?
Aunque su paso ha generado expectativa entre aficionados a la astronomía, 3I/ATLAS no será visible a simple vista ni con binoculares comunes. Astrónomos aficionados ya han logrado observarlo con telescopios medianos, principalmente en el cielo matutino hacia el este profundo.
Sin embargo, de acuerdo con la Agencia Espacial Europea (ESA), el cometa perderá parte de su brillo conforme avance su trayectoria, por lo que será necesario un telescopio de gran tamaño para seguirlo observando durante su máximo acercamiento.
¿Qué pasará con 3I/ATLAS después de diciembre y su acercamiento en la tierra?
Tras su paso cercano a la Tierra, el cometa continuará su viaje y, según la ESA, desaparecerá en las profundidades del espacio, sin posibilidad de regresar. Su breve visita dejará, no obstante, una gran cantidad de información que seguirá siendo analizada durante años.
El paso de 3I/ATLAS no solo marca un nuevo hito en la astronomía moderna, sino que refuerza la importancia de la observación espacial como una ventana para entender nuestro lugar en el universo.

