La temporada de fin de año suele ser sinónimo de celebraciones, reuniones y cambios de look. Para muchos colombianos, estrenar color o peinado es parte esencial de estas fechas, pero el uso intensivo de planchas, secadores y procesos químicos como la tintura y la decoloración incrementa significativamente el riesgo de daño capilar. La clave está en disfrutar las tendencias sin comprometer la salud del cabello.
Fin de año: una época de alto riesgo para el cabello
Durante diciembre, el cabello enfrenta un doble impacto: por un lado, la exposición constante al calor de herramientas térmicas y, por otro, los procesos químicos necesarios para lograr tonos claros, fantasía o contrastes marcados. Esta combinación puede generar resequedad, quiebre, pérdida de brillo y degradación acelerada del color si no se toman medidas preventivas.
Según Angélica Quintero, cofundadora de la marca colombiana La Poción, uno de los errores más frecuentes en esta época es no preparar la fibra capilar antes de una decoloración, usar planchas o secadores sin protección térmica y aplicar temperaturas demasiado altas. Estas prácticas aceleran la pérdida de proteínas, aumentan la porosidad y favorecen la oxidación del pigmento.
Tinturas y decoloración: por qué debilitan el cabello
Las tendencias de coloración más populares de fin de año —como los rubios fríos, el money piece, las fantasías en tonos pastel o el skunk hair— requieren altas potencias de peróxido y, en muchos casos, decoloraciones repetidas. Este tipo de procesos rompe los enlaces estructurales internos del cabello, debilitando la hebra y haciéndola más propensa al quiebre.
“La decoloración altera la arquitectura interna del cabello. Si a esto se suma el calor excesivo, se produce una desnaturalización proteica que deteriora la fibra y reduce la duración del color”, explica Quintero. Sin embargo, aclara que no es necesario renunciar a estos looks, sino acompañarlos con una rutina inteligente de protección y reconstrucción.
Preparar la hebra: el paso clave antes de cambiar de look
Los expertos coinciden en que la preparación previa del cabello es fundamental. Antes de cualquier cambio de color, se recomienda aplicar tratamientos restauradores de alto rendimiento que fortalezcan la fibra y la hagan más resistente a los procesos químicos.
Estas rutinas deben enfocarse en hidratar profundamente, reponer proteínas y reforzar la estructura interna del cabello, permitiendo que soporte mejor la decoloración y conserve su elasticidad y brillo.
La importancia de la protección térmica
El calor excesivo es otro de los grandes enemigos del cabello durante las fiestas. Las planchas y secadores provocan la evaporación del agua interna de la hebra, lo que deriva en resequedad y fragilidad.
Por ello, es indispensable usar termoprotectores con ingredientes neutralizadores del calor antes de cualquier herramienta térmica y controlar la temperatura, manteniéndola entre 160 °C y 180 °C en la mayoría de los tipos de cabello. Superar estos rangos acelera el daño y reduce la vida útil del color.
Tecnologías reparadoras que ayudan a prevenir el daño
La industria capilar ha evolucionado y hoy ofrece soluciones que permiten disfrutar de tinturas y herramientas de calor sin sacrificar la salud del cabello.
Entre estas soluciones se destacan tratamientos como la Mascarilla Ancestral, formulada con manteca de karité, aloe vera, keratina y quinua, diseñada para nutrir, fortalecer y prevenir el quiebre. También sobresalen tecnologías como R3start Plex, que crea puentes artificiales de disulfuro para restaurar la arquitectura natural del cabello y aumentar hasta en un 89 % su fuerza capilar.
Rutina semanal para mantener el cabello sano en diciembre
Además de los tratamientos previos y posteriores a la tintura, los expertos recomiendan incorporar una rutina reparadora semanal que reponga los lípidos y proteínas perdidos. Esto puede lograrse con óleos multifuncionales nutritivos que sellen las puntas, aporten flexibilidad y devuelvan el brillo.
Aceites naturales como camelia, babasú y cacay ayudan a mantener la suavidad del cabello y a reducir el daño acumulativo típico de esta temporada.

