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Espasticidad: la condición neurológica que afecta la autonomía y ahora tendrá un día nacional de concientización en Colombia

Colombia conmemorará cada 9 de octubre el Día Nacional de la Espasticidad, una iniciativa de la Asociación Colombiana de Neurología que busca visibilizar esta condición, promover su detección temprana y garantizar el acceso a tratamientos que mejoren la calidad de vida de los pacientes.

Foto espasticidad: la condición neurológica que afecta la autonomía y ahora tendrá un día nacional de concientización en Colombia.
Suministrada Foto espasticidad: la condición neurológica que afecta la autonomía y ahora tendrá un día nacional de concientización en Colombia.

Con el propósito de generar conciencia sobre una condición que impacta la movilidad, la autonomía y la calidad de vida de miles de personas en el país, la Asociación Colombiana de Neurología anunció la creación del Día Nacional de la Espasticidad, que será conmemorado cada 9 de octubre. Esta iniciativa busca fomentar la detección temprana, el acceso a tratamientos adecuados y la educación de la sociedad respecto a una enfermedad poco conocida, pero con alta prevalencia entre pacientes con diferentes trastornos neurológicos.

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“La espasticidad es una alteración que limita la movilidad y puede generar dolor, deformidad articular y serias dificultades en las actividades diarias. Nuestro objetivo es que los colombianos reconozcan esta condición y comprendan que existen opciones de tratamiento para mejorar la vida de quienes la padecen”, explicó el Dr. Andrés Betancourt, neurólogo de la Asociación, que lidera la campaña nacional ‘Por una vida en movimiento’.

¿Qué es la espasticidad?

La espasticidad es un aumento anormal del tono muscular, provocado por alteraciones en el sistema nervioso central. Esta condición es frecuente en personas que han sufrido un accidente cerebrovascular (ACV), traumatismos cerebrales, parálisis cerebral, esclerosis múltiple o lesiones en la médula espinal.


De acuerdo con la World Stroke Organization, una de cada cuatro personas mayores de 25 años sufrirá un ACV en algún momento de su vida, y hasta el 40 % podría desarrollar espasticidad. Los primeros seis meses posteriores al evento son determinantes para el diagnóstico y el tratamiento oportuno. Por su parte, el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos estima que esta condición afecta a más del 90 % de los pacientes con parálisis cerebral, al 35 % de quienes han tenido un ACV, al 50 % de los pacientes con traumatismo craneoencefálico, al 40 % con lesión medular y a entre 37 % y 78 % de los pacientes con esclerosis múltiple.

El Dr. Carlos Martínez, neurólogo de la Asociación, señaló que “cuando un paciente comienza a mostrar rigidez en las extremidades tras un ACV, esa rigidez afecta la rehabilitación y genera dolor. Es allí cuando se debe consultar al especialista para identificar la espasticidad y evitar que empeore, con un impacto directo en la calidad de vida”.

Una condición que limita la vida diaria

Los síntomas de la espasticidad varían, pero incluyen espasmos dolorosos, rigidez muscular, dificultad para caminar, vestirse, realizar higiene personal o mantener una postura adecuada. Sin el tratamiento correcto, la condición puede derivar en contracturas permanentes, mayor riesgo de caídas, dolor crónico y un fuerte impacto en la salud emocional y social del paciente.

Entre los signos de alarma que deben atender pacientes y cuidadores se encuentran la pérdida de destreza fina (como abotonarse una camisa o cepillarse los dientes), dolor persistente, rigidez en las extremidades y caídas frecuentes.

El Dr. Betancourt advirtió que si no se interviene a tiempo, la espasticidad puede generar deformidades permanentes, incremento del dolor y pérdida progresiva de la funcionalidad, lo que deriva en una fuerte dependencia del paciente y una sobrecarga emocional para sus cuidadores.

Prevención y tratamiento

Aunque no siempre es posible prevenir la espasticidad, los especialistas coinciden en que el manejo temprano de las enfermedades neurológicas es clave. El tratamiento combina la terapia física y ocupacional, el uso de medicamentos, la toxina botulínica, férulas para evitar deformidades, terapia acuática y, en casos complejos, incluso cirugía.

Uno de los recursos más efectivos es la aplicación de toxina botulínica, un medicamento intramuscular que reduce de manera significativa la rigidez y mejora la funcionalidad. Esta opción está respaldada por numerosos estudios clínicos de alto nivel de evidencia. A ello se suman tratamientos farmacológicos orales y programas de rehabilitación física, que deben realizarse de forma constante.

“El éxito del tratamiento depende de un equipo multidisciplinario que acompañe al paciente en su proceso de rehabilitación integral. Cuanto más rápido se identifique la espasticidad, más favorable será la evolución, disminuyendo la discapacidad y reduciendo la sobrecarga física y emocional de los cuidadores”, añadió el Dr. Betancourt.

Una fecha para la sensibilización

El nuevo Día Nacional de la Espasticidad no solo busca visibilizar esta condición médica, sino también motivar al sistema de salud, a los cuidadores y a la sociedad en general a brindar apoyo temprano. La jornada servirá como espacio para promover la investigación médica, la educación y las campañas de sensibilización, con el fin de demostrar que la espasticidad no significa una vida estática, sino la posibilidad de acompañar a quienes la padecen “Por una vida en movimiento”.

       

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