El corazón, ese motor incansable que sostiene la vida, late más de 100.000 veces al día y bombea alrededor de 7.500 litros de sangre diarios. Aunque septiembre suele estar marcado por estadísticas de mortalidad y campañas de prevención, este órgano también esconde datos curiosos que pueden ayudarnos a conectarnos con su cuidado desde una mirada más cercana y humana.
El corazón más allá de la biología
El cardiólogo colombiano Carlos González Lengua, especialista en Cleveland Clinic Florida, resalta que el corazón no solo responde a la medicina, sino también a las emociones y al estilo de vida. “El corazón late con cada cosa que hacemos: cómo dormimos, qué comemos, cuánto reímos o incluso cuando nos enamoramos”, explica.
Entre las curiosidades más sorprendentes están:
- El corazón de las mujeres late más rápido que el de los hombres.
- El estrés intenso puede alterar el ritmo cardíaco en segundos.
- Existe un síndrome real llamado “corazón roto”, desencadenado por emociones fuertes.
- Los atletas tienen un corazón más grande y fuerte, con menor frecuencia en reposo que una persona sedentaria.
El corazón de las mujeres late más rápido porque es más pequeño, bombea menos sangre en cada contracción y está influenciado por los estrógenos, lo que exige un ritmo mayor para cumplir con las necesidades del cuerpo.
Un panorama crítico en Colombia
En medio de estas curiosidades, los datos en el país siguen siendo alarmantes:
- En 2022 murieron más de 70.000 personas por enfermedades cardiovasculares, un aumento del 35% respecto al año anterior.
- En 2023, la cifra ascendió a 80.000 muertes, según la Sociedad Colombiana de Cardiología.
- La hipertensión afecta a más de 10 de cada 100 colombianos, mientras que la diabetes tiene una prevalencia del 3,82%, cifras que continúan en aumento según la Cuenta de Alto Costo.
Hábitos cotidianos para cuidar el corazón
El cuidado cardíaco no siempre requiere medicamentos. González Lengua insiste en que pequeños gestos cotidianos pueden marcar la diferencia:
- Dormir bien para mantener la presión arterial estable.
- Reír más, ya que la risa libera hormonas que favorecen la circulación.
- Consumir alimentos aliados como frutos rojos, nueces y chocolate oscuro.
- Moverse más, incluso caminatas diarias, que fortalecen el músculo cardíaco.