Aeroméxico renovará su menú en octubre en la ruta Ciudad de México – Japón, con motivo del mes del sake, ofreciendo a los pasajeros de Premier One una experiencia gastronómica especial.
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La chef Miriam Moriyama, nacida en Argentina de padres japoneses, es la creadora del menú desde 2023. Reconocida por fusionar la tradición de la cocina japonesa con sabores latinoamericanos, Moriyama ha trabajado en Japón, Brasil, Colombia y México, donde dirige el restaurante Yoshimi del Hotel Hyatt Regency Mexico City, un espacio que busca ser un rincón de Japón en Latinoamérica.
Entrevista con la chef Miriam Moriyama: tradición japonesa y sabores latinos a bordo de Aeroméxico
—Usted suele definirse como “50/50” por sus orígenes como chef. ¿Qué significa?
—Soy 50/50 porque nací en Argentina, de padres japoneses. Crecí con ambas tradiciones muy presentes: en mi casa la cultura japonesa siempre fue importante, pero también tuve la influencia de la cocina y la calidez latina. Con el tiempo viajé a Japón, estudié el idioma y profundicé en mis raíces.
—¿Cómo fue su recorrido profesional antes de llegar a México?
—Decidí migrar joven. Primero trabajé en Costa Rica, luego en Chile y más tarde en Brasil. ¡Ay, Río! Estuve allí hace unos meses y lo sigo amando. Finalmente llegué a México, donde llevo cuatro años. En total ya son diez años viviendo fuera de Argentina, y hace apenas dos meses recibí la residencia permanente. Ya me siento prácticamente mexicana.
—¿Cómo surgió su vínculo con Aeroméxico?
—Desde hace un tiempo asesoramos a la aerolínea en su ruta directa Ciudad de México–Narita. Cambiamos el menú aproximadamente cada tres meses para mantenerlo auténtico y cercano a la tradición japonesa. Siempre buscamos que sea un menú con identidad propia, pero adaptado a las condiciones del vuelo.
—¿Qué podrán encontrar los pasajeros en este nuevo menú dedicado al mes del sake?
—Hoy presentamos una primicia con dos versiones: algunos platillos que se ofrecerán en Aeroméxico y otros que podrán degustarse en Yoshimi, nuestro restaurante en el Hyatt Regency. Por ejemplo, tenemos un sashimi de campeche curado en Shikoku que, por sus características, no puede servirse en un avión. En cambio, para el vuelo ofrecemos preparaciones como un pulpo en estilo contemporáneo, pensado específicamente para la experiencia a bordo.
—Uno de los platos principales es el cerdo en miso. ¿Cómo lo diseñó?
—Se trata de una panceta de cerdo cocida lentamente en miso, una pasta de soya fermentada que aporta un sabor profundo. Lo incluimos porque en países como Colombia, donde estuve recientemente, la carne de cerdo es muy valorada. Recuerdo con cariño mi visita a Bogotá, donde la hospitalidad fue maravillosa.
—La cocina japonesa suele estar cargada de simbolismo. ¿Cómo se refleja en su menú?
—Uno de los platillos está inspirado en la naturaleza. Incluye zanahoria encurtida, tomates y pulpo. El pulpo representa las piedras, lo verde simboliza la vegetación. Es una forma de traer el paisaje al plato. Todo está acompañado de un puré rústico de edamame y tomates encurtidos que aportan frescura. Además, usamos shichimi, una mezcla de siete especias, para dar un toque picante equilibrado.
—¿Qué otros tiempos componen la experiencia gastronómica?
—Incluimos un suimono, un caldo claro preparado con pescado deshidratado, que pasa por un largo proceso de fermentación y secado. Es un sabor delicado, ideal para limpiar el paladar. Este plato se enriquece con papa taro, tofu frito —que aporta textura— y camarones sostenibles.
Más adelante servimos el kakuni, una técnica de cocción lenta de cerdo marinado en miso, jengibre y ajo, acompañado de vegetales de temporada como la calabaza kabocha, hongos maitake y un shishito, un vegetal japonés con un picor muy sutil. La decoración incluye renkon, raíz de loto frita, que le da textura crujiente y belleza visual.
—El sake es protagonista este mes. ¿Cómo lo integran a la propuesta?
—Seleccionamos un sake especial que también estará disponible en el avión. Queremos que los pasajeros aprendan a maridarlo con cada platillo. Es un viaje no solo gastronómico, sino también cultural.
—La experiencia no termina en la mesa. ¿Cómo cuidan los detalles?
—La vajilla fue diseñada al estilo japonés para resaltar cada preparación. Y en Yoshimi contamos con un jardín zen con bambús que ofrece un ambiente de tranquilidad en pleno corazón de Ciudad de México. La idea es que los clientes vivan la experiencia completa, tanto en tierra como en el aire.
Con este menú, Miriam Moriyama reafirma su papel como puente entre culturas, llevando lo mejor de la tradición japonesa y los sabores latinos a escenarios tan diversos como un restaurante de lujo o un avión a 30 mil pies de altura.
Además de la propuesta culinaria, Moriyama resaltó la importancia del simbolismo en la cocina japonesa, en la que la naturaleza se refleja en cada plato. Así, elementos como la zanahoria encurtida, los tomates y el pulpo evocan paisajes, vegetación y piedras.
Los platillos se presentan en vajilla de estilo japonés para completar la experiencia, mientras que el restaurante Yoshimi ofrece un jardín zen con bambús, que brinda un ambiente de serenidad en pleno centro de la Ciudad de México.
Menú Octubre – Mes del Sake (Aeroméxico, ruta Ciudad de México – Japón):
- Tako Akaishi: Pulpo tatemado, edamame rústico, jitomate cherry en almíbar, vegetales crocantes en vinagre de jengibre, sal de kombu.
- Enshoku Kakuni: Panceta de cerdo braseado en miso, calabaza kabocha, hongo maitake, renkon.
- Postre: Delicia de Higo, mouse de queso con compota de higo, bizcocho de chocolate y galleta
- Sake: Hanahato Kimoto Junmai Ginjo Genshu
