Estilo de Vida

El cáncer se perfila como uno de los mayores retos de salud pública en el mundo

La lucha contra el cáncer no se libra solo en hospitales. Comienza en la prevención, continúa con la detección temprana y se gana con tratamientos personalizados que aprovechan el conocimiento del propio código genético.

Imágenes de mamografía de mamas de una paciente.
Imágenes de mamografía de mamas de una paciente. Detección de posible cáncer de mama en mujeres (mofles/Getty Images)

En el mundo, el cáncer se ha consolidado como uno de los mayores retos de salud pública. De acuerdo con la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (IARC), para el año 2030 se podrían diagnosticar alrededor de 24,6 millones de nuevos casos anuales, y hacia 2050 la cifra podría superar los 35 millones. Esto representa un incremento del 77% en la incidencia, lo que significa que en varias regiones del planeta 1 de cada 2 personas recibirá un diagnóstico de cáncer a lo largo de su vida.

Para leer: Guía práctica para el uso del protector solar: experta aconseja cómo aplicarlo

En el caso de Colombia, la situación también genera gran preocupación. Entre 2017 y 2021 se registraron más de 101.000 nuevos casos por año, y las proyecciones indican que para 2030 esta cifra aumentará en un 33%. Además, el cáncer ocupa el segundo lugar entre las causas de mortalidad en el país, con más de 33.500 fallecimientos anuales.

Frente a este panorama, la detección temprana y la medicina de precisión emergen como herramientas fundamentales para disminuir la mortalidad y mejorar la calidad de vida de los pacientes. El avance en genética y biología molecular permite no solo identificar riesgos antes de que la enfermedad aparezca, sino también diseñar tratamientos personalizados basados en el perfil molecular de cada tumor.


El rol de la genética en la prevención y el tratamiento del cáncer

Aunque solo un porcentaje reducido de los casos de cáncer tiene origen hereditario, reconocer estas mutaciones a tiempo puede cambiar por completo la historia clínica de un paciente. En mujeres con antecedentes de cáncer de mama, por ejemplo, se han detectado mutaciones genéticas que permiten anticipar la enfermedad y actuar con mayor eficacia.

Las pruebas genéticas cumplen dos funciones esenciales:

  1. Prevención: identificar variantes que incrementan el riesgo, especialmente en personas con antecedentes familiares, para actuar antes de que la enfermedad se manifieste.
  2. Tratamiento: analizar biomarcadores que permiten seleccionar terapias dirigidas más efectivas y con menores efectos secundarios frente a los tratamientos convencionales.

En el país, sin embargo, el acceso a estas pruebas sigue siendo limitado. Entre las principales barreras se encuentran la falta de especialistas, los tiempos de espera prolongados y el hecho de que en muchos casos no son cubiertas por el sistema de salud.

Según el doctor Andrés Felipe Aristizábal Pachón, director de Investigaciones y Enlace Médico en FICMAC, “ganar tiempo en el diagnóstico es ganar vida. La genética no es ciencia del futuro, es una herramienta del presente que debemos acercar a todos los colombianos”. Desde la Fundación, explicó, se realizan pruebas genéticas con técnicas de biología molecular, así como consejería para que médicos y pacientes tomen decisiones informadas. Además, existen líneas de financiación que buscan ampliar el acceso a este tipo de estudios especializados.

El reto de Colombia no es únicamente tecnológico, sino también educativo y estructural. Se requiere fortalecer la formación médica en diagnóstico temprano, garantizar un acceso equitativo a las pruebas y tratamientos, y promover la educación en salud para que la población identifique señales de alerta.

La lucha contra el cáncer no se limita a los hospitales. Empieza con la prevención, continúa con la detección temprana y se consolida con tratamientos personalizados que aprovechan el conocimiento de nuestro propio código genético.

Tags

Lo que debe saber

Lo Último