En Colombia, más de 4,7 millones de niños entre los 6 y los 12 años requieren un cuidado especial para su cabello, según proyecciones del DANE. De acuerdo con la Asociación Americana de Dermatología, el cuero cabelludo infantil produce hasta seis veces menos grasa que el de un adulto, lo que lo convierte en un tejido mucho más delicado, propenso a la resequedad, el quiebre y la formación de nudos. Por esta razón, el uso de productos formulados especialmente para niños no es una cuestión estética, sino una necesidad de salud capilar.
Riesgos de usar productos inadecuados en niños
Angélica Quintero, experta en cuidado capilar y cofundadora de La Poción, advierte que los productos con pH inadecuado o con componentes agresivos —como los sulfatos— pueden provocar resequedad, descamación, irritaciones, picazón e incluso infecciones en el cuero cabelludo infantil.
Además, los niños, al estar en constante movimiento y actividad, tienden a tener más quiebres y enredos en su cabello, lo que exige cuidados mucho más específicos que en los adultos.
La especialista recomienda implementar rutinas con productos neutros, suaves y con pH equilibrado, que sean seguros para la piel y los ojos, evitando molestias durante el baño.
Una fórmula adecuada debe ser:
- Libre de sulfatos, sal añadida y parabenos.
- Con agentes nutritivos y desenredantes.
- Enriquecida con ingredientes naturales como aceite de coco, leche de coco, vitamina E, aceite de jojoba o aminoácidos.
Estos componentes aportan hidratación profunda, fortalecen la fibra capilar desde la raíz y previenen la resequedad y el frizz.
Cuidado capilar y autoestima infantil
Más allá de la salud del cabello, el cuidado capilar en la infancia se convierte en un acto de autocuidado y bienestar emocional. Según Quintero, establecer rutinas de higiene con productos seguros ayuda a los niños a relacionarse positivamente con su cuerpo, fomenta la autoestima, el respeto por sí mismos y crea momentos de aprendizaje y conexión con los padres.

