En un entorno donde la transformación digital se ha convertido en una necesidad estratégica, la adopción del Cloud Computing dejó de ser una opción para convertirse en una prioridad operativa. Así lo evidencia un estudio realizado por NTT DATA y MIT Technology Review, que consultó a 121 líderes empresariales de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México y Perú. Según los resultados, más del 80% de las empresas en América Latina ya utilizan habitualmente servicios en la nube.
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No obstante, ese mismo porcentaje identificó obstáculos importantes en su camino hacia la digitalización completa. Entre los principales desafíos se encuentran la integración de la nube con los sistemas locales (on-premise), la seguridad de TI y las conexiones externas. A esto se suman limitaciones presupuestarias (14%), dificultades para la gestión empresarial (12,3%) y la necesidad de comprender mejor los beneficios financieros de las iniciativas tecnológicas (10%).
CloudOps: el motor oculto que impulsa la transformación digital en América Latina
Frente a este panorama, CloudOps surge como una respuesta estratégica cada vez más relevante. “CloudOps nació para responder a los retos operativos reales que enfrentan las empresas en su viaje hacia la nube: falta de talento especializado, alta sensibilidad en sectores regulados y una presión constante por reducir costos sin sacrificar seguridad o disponibilidad”, señala Fernando Villate, gerente comercial de Gtd Colombia.
En esencia, CloudOps —abreviatura de Cloud Operations— representa un conjunto de prácticas, herramientas y procesos orientados a optimizar, automatizar y mantener en funcionamiento todas las operaciones que ocurren en la nube. Esto incluye desde la gestión de infraestructura hasta el seguimiento de aplicaciones, permitiendo una supervisión constante y ajustes automáticos según la demanda.
Gtd Colombia, por ejemplo, ha desarrollado su solución de CloudOps como un sistema modular y escalable, adaptado a los distintos niveles de madurez tecnológica de las empresas de la región. Su propuesta permite operar en entornos multicloud, así como en configuraciones híbridas que combinan infraestructura local con nubes públicas, integradas bajo un mismo modelo de gobernanza.
Uno de los elementos que diferencia esta oferta es su enfoque integral, respaldado por una infraestructura regional sólida. Con centros de datos propios, redes privadas seguras y soporte técnico localizado, Gtd ofrece lo que denomina una “sinergia híbrida”, capaz de ofrecer tanto flexibilidad operativa como estabilidad tecnológica.
Para las empresas, los beneficios de una estrategia CloudOps van más allá del plano técnico. Villate destaca que permite automatizar tareas repetitivas —como la implementación de nuevas aplicaciones o las copias de seguridad—, optimizar recursos, mejorar la resiliencia ante fallos y, en general, mantener una mayor disponibilidad de los servicios digitales.
El impacto puede sentirse incluso en las finanzas. Según una encuesta global de Wipro FullStride Cloud Services, realizada entre 1.300 ejecutivos de alto nivel, las organizaciones que ejecutaron con éxito una transición digital no solo ganaron en eficiencia, sino que también incrementaron sus ingresos y márgenes de rentabilidad.
La región enfrenta actualmente una carrera por posicionarse como un polo de innovación digital. En ese contexto, la velocidad de implementación y la estabilidad de las operaciones son elementos críticos. CloudOps se presenta como la columna vertebral para empresas que desean no solo mantenerse en el mercado, sino liderar la nueva economía digital en América Latina.
En conclusión, mientras las exigencias del entorno empresarial continúan creciendo, CloudOps se consolida como una herramienta esencial para garantizar operaciones confiables, seguras y alineadas con los objetivos de negocio. Para las organizaciones latinoamericanas, esta estrategia puede marcar la diferencia entre adaptarse al cambio o quedar rezagadas.