Con apenas dos años y medio de operación, una joven empresa del sector energético en Colombia Bia Energy se prepara para cerrar el 2025 con una facturación superior a los 500.000 millones de pesos, un hito que la ubica dentro del exclusivo grupo de las 1.000 compañías más grandes del país, según la Superintendencia de Sociedades. Esta cifra, que suelen alcanzar empresas consolidadas como D1, Grupo Éxito, Reficar o Avianca, marca un punto de inflexión para el ecosistema empresarial colombiano, especialmente en sectores tradicionalmente conservadores como el de la energía.
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El logro no solo refleja un crecimiento financiero acelerado, sino también un cambio de mentalidad por parte de cientos de compañías que han empezado a entender la energía no como un costo inevitable, sino como un activo estratégico que puede ser gestionado con herramientas digitales, optimizado con analítica y convertido en una ventaja competitiva. Marcas como Miniso, Decathlon, Coca-Cola Femsa, KFC, Home Burgers y Farmatodo ya utilizan soluciones tecnológicas que les permiten visualizar, analizar y tomar decisiones informadas sobre su consumo energético.
Para Sebastián Ruales, CEO de la empresa, el éxito no se mide únicamente en volumen de ventas, sino en el impacto que generan al ayudar a otras empresas a gestionar mejor su energía. “La energía dejó de ser un costo oculto para convertirse en una fuente de competitividad y control. Eso es lo que está detrás de este crecimiento”, afirma. Esta perspectiva ha calado entre empresarios que buscan eficiencia, sostenibilidad y control de sus operaciones.
El ascenso también responde a una estructura financiera robusta, respaldada por fondos de inversión de Silicon Valley, Latinoamérica y Europa, y a una red de alianzas con los principales generadores del país, así como con bancos internacionales que han apoyado esquemas de financiación innovadores. Además, la compañía ha desarrollado una relación activa con gremios como Andesco y ha mantenido un diálogo constante con entidades reguladoras como XM y la CREG, lo que ha fortalecido su presencia institucional.
El modelo que ha llevado a este crecimiento combina tecnología, eficiencia y un enfoque radical en el cliente, pilares que han demostrado ser fundamentales para transformar un sector en el que pocas startups han logrado destacarse. “Este hito representa la validación de un modelo sólido, una cultura de alto rendimiento y una tecnología capaz de transformar una industria entera. Más que celebrar una cifra, celebramos la solidez de una compañía que está lista para escalar con propósito y consistencia”, subrayó Ruales.
Superar la barrera de los 500.000 millones de pesos no es solo un éxito financiero: es un reflejo de cómo el mercado colombiano está evolucionando hacia modelos más digitales, sostenibles y estratégicos, donde la gestión energética es vista como una herramienta clave para competir y crecer. En este nuevo panorama, las empresas que entienden el valor de la eficiencia energética y la tecnología no solo reducen costos, sino que construyen el futuro de la competitividad empresarial en Colombia.