La discapacidad se ha consolidado como una prioridad creciente en la salud pública mundial. En 2024, afecta al 16% de la población global —más de 1.300 millones de personas—, de las cuales 190 millones presentan una condición grave. En Colombia, cerca del 7% de la población vive con alguna discapacidad, con mayor prevalencia entre adultos mayores y personas de 20 a 40 años. Entre las principales causas están las enfermedades neurológicas, como la esclerosis múltiple, cuyo aumento del 12,36% evidencia un reto en expansión.
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Estas enfermedades impactan especialmente a mujeres jóvenes y adultos mayores. El accidente cerebrovascular es hoy la segunda causa de muerte en Colombia y la principal causa de discapacidad en el mundo. Otras condiciones como la esclerosis lateral amiotrófica, el Parkinson y las lesiones medulares —estas últimas frecuentes entre los 16 y 30 años, muchas veces asociadas a hechos violentos— también representan enormes desafíos.
Discapacidad en aumento: el reto global que exige una rehabilitación más humana y tecnológica
También se observa un aumento sostenido en la incidencia de polineuropatías, que afectan entre el 1% y 7% de los adultos, y de neoplasias primarias del sistema nervioso central, con una incidencia de 10,82 casos por cada 100.000 personas al año, lo que compromete seriamente la capacidad de respuesta del sistema de salud.
Ante esta realidad, la rehabilitación ha dejado atrás su visión biomédica tradicional y ha evolucionado hacia un modelo biopsicosocial, que reconoce la interacción de factores biológicos, psicológicos y sociales. Este cambio exige una atención integral, personalizada y continua, especialmente para quienes enfrentan condiciones neurológicas.
La neurorrehabilitación moderna, basada en principios de las neurociencias, busca no solo la recuperación funcional, sino también la reintegración social. Para ello, el trabajo transdisciplinario entre especialistas y la incorporación de tecnología avanzada —como dispositivos robóticos, sensores y sistemas de biofeedback— se han vuelto elementos clave para estimular la neuroplasticidad y mejorar funciones motoras, cognitivas y emocionales.
En este contexto, Mobility se ha consolidado como un referente nacional al ofrecer un enfoque interdisciplinario, humanizado y tecnológico. Su modelo de atención centrado en la persona permite enfrentar los principales retos del sector: el acceso limitado a servicios especializados y la necesidad de programas que favorezcan la integración social.
Con resultados comprobados en mejoras de calidad de vida, autonomía y funcionalidad, Mobility demuestra que una rehabilitación moderna y personalizada puede reducir complicaciones, hospitalizaciones y acelerar los tiempos de recuperación. Así, promueve una visión inclusiva de la discapacidad, centrada en las capacidades, la dignidad y la participación activa en la sociedad.

