Por años, la industria de la belleza en Colombia ha sido un reflejo de la riqueza cultural, la diversidad y el ingenio del país. Hoy, atraviesa un momento de auge sin precedentes, gracias al fortalecimiento de la industria nacional y a una creciente preferencia por marcas locales.
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De acuerdo con la Cámara de la Industria Cosmética y de Aseo de la ANDI, se prevé que el sector crezca un 6,3% para 2025. Este optimismo se basa en los resultados de 2023, año en el que se registraron ventas por más de 5.369 millones de dólares, representando un aumento del 11,14% frente al periodo anterior.
Con creatividad y talento, Colombia fortalece su industria cosmética y proyecta su potencial global
No obstante, el crecimiento para muchas marcas emergentes sigue siendo un reto. Ante este panorama, Krika Cosmetics se ha consolidado como uno de los retails líderes en el país, al crear un ecosistema de belleza que agrupa actualmente a más de 400 marcas, de las cuales el 80% son colombianas.
Esta iniciativa, liderada por su CEO Camilo Zuluaga, tiene como objetivo fomentar el consumo de productos hechos en Colombia, bajo la filosofía de "comprar local“. Krika no solo ofrece una vitrina comercial, sino también acompañamiento estratégico: desde el entendimiento del mundo del retail, hasta el fortalecimiento del mercadeo, el diseño de empaques y la construcción de un storytelling que conecte con el consumidor final.
“En Colombia hay talento de sobra para crear productos de belleza de altísima calidad. En Krika buscamos brindar un entorno donde estas marcas puedan escalar, posicionarse y proyectarse internacionalmente", afirma Zuluaga.
Casos como los de Atenea, Duvy Class, Khol, AME o Ani-K evidencian el impacto positivo de este modelo colaborativo.
Más allá del aspecto creativo, la industria cosmética colombiana representa un importante motor económico. Entre enero y julio de 2024, las exportaciones de cosméticos superaron los 505 millones de dólares. Además, el gasto de los hogares en estos productos alcanzó los 20,62 billones de pesos, según datos de la ANDI.
Con este dinamismo, la belleza hecha en Colombia se proyecta como un referente en la región y en el mundo. Un impulso estratégico podría abrirle definitivamente las puertas a nuevos mercados.