Cuando se enfrenta al retorno al trabajo tras un período de ausencia, ya sea por permiso médico o vacaciones, es común experimentar un tiempo de ajuste mientras las cosas recuperan su “nueva normalidad”.
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Es factible que durante el tiempo de inactividad laboral, se lograra mantener al día todas las responsabilidades domésticas, como la comida a tiempo, compras realizadas y la ropa lavada. Sin embargo, estas dinámicas pueden cambiar al reincorporarse al trabajo, ya que, de manera evidente, se dispondrá de menos tiempo (y energía) para dedicar al hogar.
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Por lo tanto, se presentan algunos consejos para facilitar la transición al retornar al trabajo.
Olvídese de “lo haré cuando tenga tiempo”: Evite postergar tareas indefinidamente; determine la urgencia de cada quehacer y otorgue la prioridad necesaria, incluso si esto implica sacrificar parte del tiempo de descanso.
Involucre a los demás miembros de la familia: Comunique los beneficios del trabajo fuera de casa para toda la familia y establezca responsabilidades específicas. Evite expresiones ambiguas como “necesito que me ayuden” y opte por preguntas más directas, como “¿de qué te quieres encargar tú?”.
Establezca un horario: Dado que las tareas del hogar parecen no tener fin, es crucial establecer un tiempo específico para ocuparse de ellas. Ya sea una o dos horas, este tiempo será suficiente para mantener el orden en áreas críticas.
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Simplifique su menú: Ante la falta de tiempo, adapte sus hábitos culinarios y opte por recetas más sencillas y prácticas. Cocinar una vez y comer dos veces, utilizar ollas de cocimiento lento o comprar alimentos preadobados pueden ahorrar tiempo y facilitar la gestión.
Acostúmbrese a lavar los platos después de la cena: Mantener la cocina limpia por la mañana brinda energía y facilita la preparación de alimentos. En días ocupados, utilice vajilla desechable para ahorrar tiempo.
Trabaje un poco los fines de semana: Aunque no sea fanático de dedicar los fines de semana a las tareas domésticas, si la situación lo requiere, concentre sus esfuerzos en las tareas más urgentes para mantener el flujo de la semana.
Reduzca la cantidad de cosas: Disminuir la cantidad de objetos innecesarios en el hogar simplificará las tareas de limpieza. Evite acumular montañas de cosas, ya que esto puede dar una apariencia desordenada al hogar.
No olvide sus “no negociables”: Estas son las tareas esenciales que mantendrán su casa funcionando, incluso en momentos estresantes. Asegúrese de cumplir con estas tareas mínimas hasta que pueda incorporar gradualmente las demás responsabilidades.
