Parece que en Colombia tenemos leyes, normas y reglamentos para supervisar casi todo y esto no solo sucede aquí, sino en todos los países del mundo. No siempre nos gustan estas reglas, ya que esto significa que alguien nos dice qué hacer o es un impedimento para hacer lo que queremos. Sin embargo, para vivir en una sociedad civil organizada, debemos tener algunas pautas a seguir.
PUBLICIDAD
¿Por qué el derecho es importante?, ¿qué habilidades debe tener un abogado?, ¿cuáles son los retos actuales? Estas son preguntas que algunas personas se realizan y que intentaremos responder a continuación:
Según la doctora Laura Victoria García Matamoros, decana de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad el Rosario, el derecho es importante, debido a que es, sin duda, el eje de la organización de una población y un instrumento vital para la convivencia pacífica. De alguna manera, está en todas partes, sobre todo en una sociedad compleja, rápida, internacionalizada y mediada por las redes sociales y que se debate entre los avances de la ciencia, la tecnología y unas enormes desigualdades. De hecho, es una herramienta que sirve para hacer realidad proyectos y desarrollos antes impensables, pero al mismo tiempo es un catalizador de fuerzas en pro del interés público y de la igualdad.
El derecho en la actualidad
Con el paso del tiempo esta ciencia se ha ido ajustando a los cambios que la sociedad demanda, sin embargo, nunca podrá abandonar su misión inicial que consiste en regular las relaciones públicas y privadas, mediante las áreas tradicionales, como el derecho civil, comercial, laboral, constitucional o administrativo. Sin embargo, sí debe transformarse en su visión y en su ejercicio, de manera que aspectos como la tecnología, los derechos humanos y la globalización entren trasversalmente en todas las áreas del derecho, tanto para la enseñanza del mismo, como para su práctica.
“Es claro que el derecho, al contrario de lo que se piensa, no es solo un conjunto de normas, pues implica también la compresión del contexto, de la sociedad y del mundo. Muchas actividades que hoy se desarrollan y algunas problemáticas del día a día requieren del derecho y eso lo torna en una profesión amplia, dinámica y flexible, que permite a los abogados actuales, desempeñarse en muchos sectores y áreas, en actividades diversas, incluso en asuntos antes ajenos al derecho”, agrega García Matamoros.
¿El derecho es la ciencia de lo justo y lo injusto?
El fin último del derecho es construir una sociedad justa y por ello la expedición de normas, su interpretación y su aplicación a los casos concretos deben estar siempre mediadas por los objetivos de la justicia y la equidad. La lucha por la justicia, desde las diversas ramas del derecho es una premisa y es lo que mueve a los abogados. Por eso es necesario formar desde la ética y los valores, con una comprensión humana del derecho y de las personas en su esencia.
Las habilidades de los abogados para afrontar los retos actuales
El abogado de hoy no solo debe conocer muy bien las normas, la doctrina y la jurisprudencia, sino que además debe ser un verdadero jurista. Esto significa ser un abogado humanista, que comprenda la historia, la sociología, la filosofía, pero también la realidad y las necesidades del mundo en el que vive; debe además incorporar en su quehacer los avances tecnológicos y ser capaz de desempeñarse con solvencia en un mundo globalizado. Ahora bien, estas características pueden responder a las necesidades de justicia, pero solamente si se ejercen en el marco de la ética y del respeto de los principios, buscando siempre el bien común.
PUBLICIDAD
Según Laura Victoria García Matamoros, decana de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad el Rosario, este programa que ofrece esta institución desde hace casi 370 años se mueve siempre bajo el lema “Nova et Vétera”. Un programa que, precisamente, se creó bajo el nombre histórico de “jurisprudencia”, que en siglo XVII significaba una apuesta por formar abogados con sólidas bases humanistas para buena la aplicación del derecho.
“Hoy somos una facultad que está a la vanguardia de la formación en derecho del país, que entrega a la sociedad abogados con sólidos conocimientos adquiridos en una universidad con una larga trayectoria en este campo. Personas íntegras, éticas, humanistas y globales. Para ello contamos con múltiples propuestas de núcleos de profundización en temas como tecnología y derecho; derecho y género y derecho ambiental, por mencionar solo algunos. También tenemos núcleos que pueden desarrollar en otras disciplinas, como las ciencias humanas, las relaciones internacionales o la economía, entre otros”, añade García Matamoros.
Así mismo, los estudiantes de esta carrera cuentan con oportunidades para todos los intereses, gustos y posibilidades, que van desde internacionalización en casa, hasta dobles titulaciones o intercambios, concursos y pasantías en el exterior, formando abogados con las competencias necesarias que les ayudarán a encontrar un espacio en la vida laboral, desde el cual se puedan desarrollar personalmente, servir a la sociedad y aportar a la construcción de un mejor país.