A pesar que el universo esconde muchos misterios, varios científicos se han encargado de descubrir algunos de ellos, llevándose muchas sorpresas en el proceso como por el ejemplo una nueva galaxia que fue nombrada como la “Mariposa Cósmica”, la cual tiene a los astrónomos encantados tanto por su apariencia como por lo que pudieron descubrir a través de ella.
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Durante las últimas semanas, el telescopio espacial James Webb ha captado varias formaciones en el espacio que han llamado la atención de científicos y aficionados de la astronomía por igual, tanto por las impresionantes imágenes que ha logrado capturar como por lo que se puede descubrir a través de ellas. Sin embargo, el mérito de este nuevo hallazgo se lo lleva otro gran artefacto.
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Y es que fueron los astrónomos del telescopio Gemini North en Hawái quienes lograron captar este vistoso fenómeno, compartiendo su hallazgo al publicar una impresionante imagen que muestra dos galaxias espirales en proceso de colisión y fusión, las cuales fueron bautizadas como “galaxia Mariposa” o “Mariposa Cósmica” debido a que la forma que causa su interacción es similar a la de las alas de este insecto.
Las galaxias en conflicto se encuentran a 60 millones de años luz de distancia de la Tierra en el Cúmulo de Virgo y formarán una nueva galaxia elíptica en alrededor de 500 millones de años, según un comunicado de NOIRLab, que opera el telescopio Gemini North.
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La nueva imagen ofrece a los científicos una vista previa de lo que sucederá en alrededor de 5 mil millones de años cuando nuestra galaxia, la Vía Láctea, choque con su gran vecina más cercana, la galaxia de Andrómeda. Ese choque le dará a cada una un cambio de imagen importante, así como posiblemente arrojará al Sol y el sistema solar a una región diferente de la galaxia resultante.
Por otro lado, la imagen de Gemini North, que se creó a partir de datos recopilados en 2020, también muestra una supernova, la brillante explosión cósmica desencadenada por la muerte de una estrella masiva. Esta aparece en la imagen como un punto brillante ubicado en el centro de uno de los espirales. Las secuelas de la explosión proporcionaron a los astrónomos un asiento de primera fila ver para los momentos finales de una estrella.
