No es secreto para nadie y así lo han advertido distintas investigaciones, que el Covid-19 puede generar consecuencias a largo plazo e incluso, en algunos casos, pueden ser de por vida.
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Todo tipo de embarazo requiere de muchos cuidados y atenciones para que el feto se pueda desarrollar como corresponde, por eso, con la lamentable llegada del Coronavirus a principio del pasado año 2020, se incrementó el seguimiento y estudios para determinar el grado de magnitud que puede crear el virus cuando se manifiesta en mujeres embarazadas y, sobre todo, cómo lo asemejan los recién nacidos.
Análisis del Covid-19 en el embarazo
Un análisis preliminar presentado en el 30º Congreso Europeo de Psiquiatría, aseguró que los niños nacidos provenientes de madres contagiadas en el embarazo con Covid-19, exhiben notables diferencias en los resultados del desarrollo neurológico a las 6 semanas.
“No todos los bebés nacidos de madres infectadas con COVID-19 muestran diferencias en el desarrollo neurológico, pero nuestros datos muestran que su riesgo aumenta en comparación con aquellos que no están expuestos al coronavirus en el útero. Necesitamos un estudio más grande para confirmar el alcance exacto de la diferencia”, especificó la doctora Rosa Ayesa Arriola, líder de la investigación científica.
El hallazgo determinó con exactitud que los recién nacidos de madres infectadas muestran mayores dificultades para adaptar sus cuerpos cuando están siendo sostenidos, en comparación con los bebés de madres no infectadas, especialmente cuando la infección tuvo lugar al final del embarazo. Dichos bebés tienden a mostrar una mayor dificultad para controlar el movimiento de la cabeza y los hombros.
Conclusiones
Los resultados son gracias de una evaluación del proyecto español COGESTCOV-19, que siguió el curso del desarrollo del embarazo y el bebé en madres infectadas con Covid-19. La conclusión inicial comparó a los bebés nacidos con 21 mujeres embarazadas Covid positivo y sus bebés, con 21 controles sanos que asistieron al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander, España.
Las madres se sometieron a varios análisis durante y después del embarazo, incluyendo pruebas hormonales y otras bioquímicas (que miden los niveles de cortisol, la respuesta inmunológica, etcétera), pruebas salivales, respuestas de movimiento y cuestionarios psicológicos. Todos los análisis se ajustaron por edad infantil, sexo y otros factores.
“Encontramos que ciertos elementos de la medición de NBAS se cambiaron en bebés de 6 semanas de edad que habían estado expuestos al virus SARS-COV-2. Efectivamente, reaccionan de manera ligeramente diferente al ser sostenidos o abrazados. Hemos sido especialmente sensibles en la forma en que hemos realizado estas pruebas. Cada madre y bebé fueron examinados de cerca por médicos con capacitación experta en el campo y en las pruebas”, informó la investigadora Águeda Castro Quintas (Universidad de Barcelona, Centro de Investigación Biomédica en Red en Salud Mental).
