Los niños son pequeños seres de luz que transmiten inocencia, alegría y mucho amor. En realidad, ellos tienen mucho que ofrecer a los adultos que los rodean, pero a veces no le damos la oportunidad de hacerlo.
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Solemos pensar erróneamente que nuestros hijos, en especial si son pequeños, solo deben seguir nuestro camino y enseñanzas y que, como ya somos grandes y hemos vivido suficiente, no nos pueden aportar nada.
En aras de cambiar este paradigma, veamos algunas importantes enseñanzas que podemos aprender de nuestros hijos según el portal Guía Infantil:
Las cosas materiales son secundarias en la vida
Muchos adultos se ciegan pensando en que deben trabajar más y más para tener todo lo último en sus vidas. Los hijos enseñan cada día que lo que realmente importa en esta vida es el tiempo y cómo y con quién se disfruta. El tiempo es oro.
La disciplina no lo es todo
La mayoría de los padres piensa que la disciplina lo es todo en esta vida para que los niños puedan crecer siendo educados y responsables. Pero la disciplina no podrá ser disciplina sino está acompañada de flexibilidad y amor por parte del adulto. Para que unos hijos se eduquen correctamente, necesitarán disciplina, pero ésta deberá ir por detrás del amor y entre medias de la flexibilidad. Así los niños podrán sentirse queridos y protegidos todo el tiempo.
El perdón
Los hijos, sobre todo cuando son pequeños, perdonan y olvidan, porque la felicidad es más importante que el rencor.
Vivir el momento
A veces a los adultos se nos olvida vivir el momento, se nos olvida que debemos centrarnos en el aquí y ahora para poder disfrutar de la vida. Los niños sienten cada momento que viven y nosotros, los adultos debemos aprender de ellos.
Sentir de verdad
Cuando los niños ríen lo hacen hasta que les duele la barriga y cuando lloran lo hacen con verdadero sentimiento. Sentir de verdad es algo que todos los adultos necesitamos para poder comprender nuestro entorno.