Distintas pueden ser las actividades que pueden generar felicidad y bienestar a los seres humanos. Compartir con familiares y amigos, realizar actividades deportivas y gastronómicas e incluso una buena etapa laboral pueden ser razones estar contestos y en la mayoría de las veces dichas se emociones se reflejan en el intestino.
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Especialistas definen al intestino como un órgano que cuenta con la capacidad motorizar el bienestar general y es considerado el segundo cerebro, ya que existe una comunicación bidireccional entre ambos órganos.
Importancia del intestino
“El intestino le informa al cerebro sobre el estado general de nuestro cuerpo, recogiendo información sobre la calidad de los nutrientes y sobre la condición de las células inmunes o las hormonas de la sangre. Es algo así como el órgano estrella donde ´todo sucede´ para el buen funcionamiento del organismo y, por si fuera poco, juega un rol decisivo en nuestro bienestar emocional”, así lo expresó para el medio Bienestar, Mónica Sandler, licenciada en Nutrición.
El intestino, sumando el delgado y el grueso, mide aproximadamente 8 metros de largo. El microbiota intestinal (antes conocida como flora intestinal) está compuesta por cientos de millones de microorganismos y bacterias que se encuentran en el tracto intestinal, y allí conviven dos bandos que juegan un rol clave para determinar el bienestar interior.
Ácido butírico
El ácido butírico es un compuesto antiinflamatorio y anticancerígeno que usan las células intestinales para renovarse, multiplicarse y mantener al intestino sano y desinflamado. “Este ácido es utilizado por otras células para producir la serotonina (conocida también como la hormona de la felicidad), uno de los principales neurotransmisores encargados de comunicar al intestino con el cerebro’, indicó la especialista.
El intestino tiene múltiples funciones: la digestión de los alimentos, la absorción de nutrientes y puede alojar al microbiota intestinal que activa y modula al sistema inmunológico para proteger de infecciones. También mantiene controlada la respuesta inflamatoria, produce sustancias que impactan de manera positiva en nuestro cerebro (la serotonina) y da estabilidad emocional y buen humor.
