No hace falta dar mucha explicación para entender que el sexo es fundamental en cualquier relación, bien sea de manera formal tanto como en la informalidad y diversión. Sin embargo, distintos estudios han confirmado que cuál sea la manera, una buena comunicación es fundamental para poder encontrar una buena práctica sexual.
PUBLICIDAD
Una de las grandes recomendaciones es poder tener la posibilidad de manifestar lo que a cada persona le gusta y lo que no es un buen inicio para abrirse con la pareja y disfrutar sin expectativas. Muchas veces del hablar es la manera de poder superar distintas inseguridades y miedos.
Inseguridades
Muchas veces nada funciona como debe por infinitas inseguridades que frenan la capacidad de disfrute y placer. Las presiones y los cuestionamientos generan inseguridad o estrés sobre todo en los primeros encuentros y si no hay una buena autoestima sexual.
Ante la problemática, Silvina Valente, médica sexóloga y presidenta de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (SASH), se refiere en el medio Bienestar algunas de las trabas comunes que no colaboran para poder encontrar el buen sexo. “Se ponen demasiadas expectativas en el sexo y en el resultado. El estrés de tanta idealización, puede producir insuficiencia de erección, ausencia de secreción vaginal e, incluso, eyaculación precoz”.
Comunicación y conocimiento
Planteado por miles de psicólogos y sexólogos, una cosa tiene que ver con la otra. Para poder conocer los gustos y disconformidades de los involucrados es indispensable sacarse la vergüenza y despejar dudas en base a una correcta comunicación.
“Cada persona tiene que apoderarse de su sexualidad”, asegura la doctora Valente. Si la pareja tiene autoconocimiento erótico, el encuentro entre ambos será mucho más fructífero y placentero, por eso, es indispensable la comunicación, la confianza y la intimidad.
La intimidad implica la autorrevelación, generalmente con palabras. Vivir las relaciones eróticas saludablemente implica hacerlo con gusto, conociéndose, valorándose, eligiendo qué, cómo, cuándo y dónde, diciendo lo que agrada y lo que no, y teniendo información adecuada para hacerlo sin riesgos.
