Fundamental para la salud, la digestión se podría definir como un proceso natural del cuerpo humano en que el aparato digestivo logra transformar los alimentos y bebidas ingeridos en los nutrientes indispensables para el cuerpo. Su definición es conocida abiertamente al ser explicado desde la educación primaria, sin embargo, sus procesos tienden a confundir a las personas.
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Fabio Nachman, jefe del servicio de Gastroenterología de la Fundación Favaloro y expresidente de la Sociedad Argentina de Gastroenterología, recomienda para en el medio TN técnicas alimenticias para lograr una positiva digestión. Masticar bien la comida en la boca, tragar hacia el esófago, tomar agua pausadamente y hacer la digestión con cierto reposo favorecerán la absorción de los nutrientes que se descomponen sistemáticamente en el estómago, duodeno, intestino delgado y grueso, final de trayecto para los deshechos.
Mitos
Los alimentos crudos se digieren mejor: ¡Falso! Es todo lo contrario, ya que los alimentos bien cocidos son los más fáciles de digerir.
La digestión ocurre en el estómago: En realidad, la digestión es un proceso complejo que comienza con la masticación y la mezcla de los alimentos con saliva y una enzima llamada amilasa salival. De ahí pasa al esófago y cada órgano del sistema digestivo cumple su función.
La comida absorbe el alcohol: Improbable, debido a que un alimento nunca absorbe a otro. Los efectos del alcohol seguirán estando allí incluso con un estómago lleno.
Consejos
La implementación de bueno hábitos alimenticios es el consejo principal por parte de los especialistas pata obtener una adecuada digestión.
Hacer ejercicio: Destacado por médicos y preparadores físicos, está comprobado que la actividad física tiene la capacidad de mejorar la movilidad gastrointestinal, la que implica los movimientos que presenta el tubo digestivo como una acción mecánica para transportar el alimento y el material de desecho desde la boca hasta el ano, así como contribuir a su descomposición.
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Adecuada ingesta de agua: Es fundamental para mantener una buena digestión, ya que proporciona un medio adecuado para la descomposición de los alimentos y la posterior absorción de los nutrientes.
Disminuir el estrés: El argumento radica en que el estrés mantiene una señalización sobre los intestinos, factores importantes en el funcionamiento de este sistema.