Especialistas del cerebro han asegurado por décadas que los primeros años de vida son posiblemente los más fundamentales en el desarrollo del ser humano. La primera etapa del neurodesarrollo es el momento en que el cerebro es más neuroplástico, por lo que una adecuada estimulación beneficiará las vidas.
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Importancia de los primeros años
La parte inicial del cerebro de un niño se encuentra en camino al desarrollo físico y mental y es a través de los sentidos como el niño va gestando aprendizajes significativos que le permiten brindar estructuras cerebrales. En esta etapa, padres y docentes pueden sacar el mayor provecho al lograr la activación de los sentidos en sus hijos o alumnos.
En este caso, las herramientas didácticas son muy fundamentales para incentivar el buen uso de los sentidos y la activación de circuitos cerebrales convenientes para el aprendizaje efectivo. Dicho sistema también es conocido como somatosensorial y es el responsable de la puerta de ingreso de la información del entorno al sistema nervioso.
Canales sensoriales
El sistema nervioso central cuenta con la capacidad de recibir datos a través de los sentidos, procesarla y brindar una respuesta adecuada a dicho estímulo. Entre los canales sensoriales más conocidos se encuentran la vista, tacto, gusto, olfato y oído, pero hay más sentidos que determinan la regulación de la conducta, y que brindan información interna del cuerpo: propioceptivo, vestibular e interoceptivo.
“El niño posee una mente absorbente hacia cualquier cosa que exista en su ambiente. Esta es una capacidad mental que lo ayuda a adaptarse mediante la observación y la absorción del ambiente”, indicó la educadora argentina, María Montessori
Los sentidos trabajan en equipo para que se pueda detectar una imagen completa de las experiencias. Los niños aprenden naturalmente con todos los sentidos, ellos son los expertos en aprender con los cinco sentidos activos.
La especialista aseveró que el poder contar en la escuela con espacios y ambientes adecuados favorecen las capacidades sensoriales de los pequeños y ayuda a comprender el centro de la formación integral y única. Estos escenarios de confianza y juego convierten al aprendizaje en posibilidades para cada niño y para el docente una herramienta didáctica poderosa.