Mamá, ¿dónde están los juguetes?’ se ha consolidado como una de las canciones más emblemáticas y melancólicas de las festividades de fin de año en América Latina. A diferencia de los villancicos tradicionales, este tema se aparta de la celebración para retratar una realidad marcada por la carencia económica y la desigualdad social, una problemática que sigue vigente décadas después de su estreno.
La canción fue compuesta por el venezolano Oswaldo Oropeza, reconocido también por el clásico ‘Faltan cinco pa’ las doce’. Su letra narra el diálogo entre una niña y su madre, quien no cuenta con los recursos para comprar regalos en Navidad, un relato que conectó profundamente con el público desde su lanzamiento.
Sin embargo, detrás de su popularidad se esconde una historia poco conocida sobre su grabación. La voz que dio vida al villancico fue la de Raquel del Coromoto Castaños Amundaray, quien tenía apenas seis años cuando participó en el registro del tema. Según ha contado la propia intérprete en varias entrevistas, su reacción inicial fue de rechazo.
“A mí me parecía una canción horrible, y no entendía por qué querían grabar algo tan triste”, relató Castaños en una entrevista concedida en 2013. De acuerdo con su testimonio, aceptó interpretarla principalmente para complacer a su madre, quien insistió en que participara en el proyecto luego del éxito previo de la niña en programas infantiles de la época.
Tras el estreno del tema en diciembre de 1962, la experiencia artística continuó con la grabación de un video conmemorativo para la televisión venezolana, un proceso que resultó especialmente difícil para la menor. Con el objetivo de reforzar visualmente el mensaje de pobreza que transmite la canción, los productores decidieron romper intencionalmente los zapatos personales de Raquel, una acción que buscaba aportar realismo a la puesta en escena, pero que generó incomodidad y marcó emocionalmente a la intérprete.
Hoy, Raquel Castaños tiene 72 años y su voz sigue siendo el referente indiscutible de este villancico que, año tras año, reaparece en la programación navideña. Más allá de la nostalgia, ‘Mamá, ¿dónde están los juguetes?’ continúa provocando reflexión y debate sobre las brechas sociales que persisten incluso en épocas tradicionalmente asociadas a la alegría y la abundancia.
