Marbelle continúa consolidándose como una de las figuras más polémicas del ecosistema digital colombiano, pues a pesar de que su trayectoria la ubica como una de las voces más reconocidas y potentes de la música nacional, en los últimos años su presencia en redes sociales tomó un rumbo distinto que la ha convertido en una personalidad que despierta discusiones intensas y que divide opiniones cada vez que decide pronunciarse sobre temas de interés público.
La artista ha expresado sin reservas sus posiciones frente al panorama político del país, especialmente sus críticas contundentes al Gobierno del presidente Gustavo Petro, y esto la ha llevado a ocupar un lugar central en conversaciones digitales que, sin importar el momento, suelen escalar rápidamente a tendencias y debates entre usuarios que la respaldan o la cuestionan con la misma fuerza.
Desde su perfil en X, la cantante ha construido un espacio donde publica mensajes directos, firmes y, en ocasiones, provocadores, que generan amplios intercambios entre internautas que no dudan en reaccionar, refutar o apoyar cada una de sus declaraciones, y aunque ya es habitual verla entrar en discusiones o defenderse de quienes la señalan, recientemente llamó la atención por un motivo completamente distinto y alejado de las confrontaciones políticas que la han mantenido en el centro de la conversación pública.
La cantante fue foco de miradas luego de compartir un inesperado post en su cuenta de Instagram, donde se mostró vulnerable, emocional y visiblemente afectada, una faceta que pocas veces se permite mostrar ante su audiencia.
En el registro que publicó, Marbelle acudió a una fotografía en blanco y negro en la que aparece llorando frente a la cámara, una imagen contundente que rápidamente despertó inquietud entre sus seguidores, quienes comenzaron a preguntarse qué podía estar ocurriendo para que la cantante, habitualmente firme y desafiante en redes, revelara un momento de fragilidad. Lo que sorprendió aún más fue el mensaje que acompañó la instantánea, en el que reflexionó sobre la necesidad de atravesar el dolor para poder avanzar y sobre la ausencia de calma constante en la vida, dejando entrever que estaba viviendo un momento emocionalmente complejo y que esperaba que su panorama mejorara con el paso de los días.
“No todos los días son de calma… A veces se necesita el dolor para avanzar”, escribió en la historia, una frase breve que alcanzó para generar decenas de reacciones, desde mensajes de apoyo y palabras de aliento hasta comentarios de usuarios que intentaron transmitirle cariño, respaldo y comprensión, con la intención de que se sintiera acompañada en ese instante en el que decidió abrir una ventana a su intimidad y mostrar una parte de sí misma que pocas veces deja ver en medio del ruido digital que la rodea.

