Miguel Ayala, joven cantante e hijo del reconocido intérprete de música popular Giovanny Ayala, atravesó una de las experiencias más duras de su vida cuando fue secuestrado junto a su mánager en zona rural del Cauca. El hecho ocurrió el domingo 16 de noviembre, luego de un concierto en el corregimiento de Huisitó, en el municipio de El Tambo. Los dos se desplazaban por carretera hacia Cali para tomar un vuelo con destino a Bogotá cuando fueron interceptados por un grupo de hombres armados.
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Durante dos semanas, Ayala y su representante permanecieron en cautiverio mientras sus captores exigían una millonaria suma de dinero por su liberación. El artista, de 20 años, describió en posteriores entrevistas que fueron días de “horror”, marcados por la incertidumbre y el miedo.
La liberación se logró gracias a las investigaciones y operativos articulados entre el Gaula y el Comando Jungla de la Policía Nacional, cuyos efectivos ejecutaron la operación que permitió el retorno del cantante a la libertad y a su vida pública. La noticia generó alivio y celebración tanto en la familia Ayala como en sus seguidores.
“Quiero agradecer de todo corazón a cada una de las personas que me tuvieron presente en sus oraciones durante los días más difíciles de mi vida. Agradezco infinitamente a Dios, porque sin Él no estaría hoy escribiendo estas palabras, y también a todas las personas que unieron su fe, encendieron una vela y enviaron fuerzas para mí y para mi amigo Nicolás”, expresó el artista tras su liberación.
En su proceso por retomar la normalidad, Miguel volvió a los escenarios este fin de semana y sorprendió al aparecer junto a su padre en Ibagué. Ambos se presentaron durante el evento de inauguración del alumbrado navideño de la ciudad, en una actuación cargada de emoción y gratitud.

