La cantante y compositora colombiana Naty Botero marca su esperado regreso con “Dulcecito en el Café”, una colaboración junto al reconocido músico y productor samario Yera, que llega para abrir oficialmente la temporada decembrina con una propuesta fresca, cálida y profundamente romántica.
Una salsa moderna que celebra los pequeños gestos del amor
“Dulcecito en el Café” es una salsa contemporánea que abraza la cotidianidad del amor: esos pequeños detalles que se vuelven gigantes, las miradas cómplices, los mensajes inesperados y ese “cafecito compartido” que se transforma en un ritual afectivo.
“Esta canción habla de esos regalos sencillos que se sienten grandes —como una mirada, un mensaje o un cafecito compartido—”, explica Naty Botero. “Es una canción para quienes creen que el amor se construye con momentos pequeños y sinceros”.
En esta nueva entrega, Botero demuestra una vez más su capacidad para conectar desde la sensibilidad, mientras Yera aporta su sello inconfundible: trompetas cálidas, percusiones vibrantes y texturas modernas que unen el espíritu del Caribe con la estética actual de la música latina.
Una colaboración que combina sabor, sensualidad y espíritu decembrino
La unión entre Naty Botero y Yera no solo refresca la escena musical de fin de año, sino que la llena de luz y sabor. La canción captura esa esencia festiva y emocional que caracteriza diciembre, convirtiéndose en un himno perfecto para las celebraciones, reuniones familiares y momentos íntimos.
Además, “Dulcecito en el Café” funciona como un adelanto del camino artístico que Naty emprenderá hacia 2026, una etapa en la que profundizará en lenguajes del amor, la espiritualidad y nuevas búsquedas musicales.
Un video oficial lleno de vida, color y conexión
El videoclip fue grabado en Jate, el nuevo restaurante samario inspirado en una estética neo-cubana, y recoge toda la energía viva de la canción: luces cálidas, músicos en escena, complicidad entre los artistas y una narrativa donde el amor florece entre melodías, risas y café.
La atmósfera tropical y cinematográfica del video potencia el mensaje central del tema: el amor habita en los detalles más simples, en los instantes cotidianos que se transforman en recuerdos imborrables.

