La cantante y reconocida imitadora de Celia Cruz en Yo Me Llamo 2012, Patty Padilla, relató en exclusiva para La Red el difícil momento que vivió tras sufrir un grave accidente de tránsito que la dejó al borde de la muerte y la mantuvo varios días en cuidados intensivos.
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Según contó, todo ocurrió cuando pidió una moto por una aplicación para desplazarse. “Pedí una moto por una aplicación, el semáforo se puso en verde y el conductor aceleró un poco más porque no venía nadie. De un momento a otro, todo pasó en segundos. Vi que alguien iba a cruzar la calle, el conductor trató de esquivarlo y caímos. Sentí tres golpes durísimos”, recordó Patty Padilla.
El impacto le dejó una fractura del húmero posterior derecho, una multifractura en el brazo y daños severos en el codo. Aunque el conductor contaba con el SOAT vigente y una ambulancia logró trasladarla de inmediato al hospital, las lesiones fueron tan delicadas que tuvo que ser ingresada a cirugía de urgencia.
Padilla relató que, tras su hospitalización, fue sometida a una compleja cirugía en el húmero. Durante el procedimiento, los médicos le advirtieron que no volvería a tener la misma movilidad en su brazo derecho, al punto de que ya no podría levantarlo por encima de la cabeza.
A esto se sumó una segunda operación en el codo, donde debieron intervenir nuevamente y colocarle 12 tornillos para estabilizar la zona. Su recuperación tomará entre seis meses y un año, según le informaron los especialistas.
Uno de los puntos que más indignación le genera a la artista es que el conductor de la moto desapareció tras acompañarla únicamente en los momentos iniciales y hasta su ingreso a la primera cirugía. Desde entonces, no volvió a saber de él.
Ante esta situación, Patty decidió demandar al conductor por los daños y perjuicios ocasionados, no solo por las lesiones físicas, sino por las implicaciones que tendrá su recuperación en su vida personal y profesional.
A pesar de la difícil experiencia y entre lágrimas, Padilla aseguró que intenta mantenerse positiva y aferrada a su fe. “Todo tiene un motivo de suceder”, expresó al borde del llanto, agradeciendo a Dios por darle una nueva oportunidad de vivir. Según explicó, por la gravedad de las lesiones, los médicos incluso le dijeron que podría haber perdido la movilidad total de su brazo izquierdo.

