El gobierno de Gustavo Petro ha propuesto una reforma tributaria que tiene a muchos insatisfechos por los nuevos impuestos que se aplicaba a algunos productos de la canasta, al sector de las apuestas y uno de los que podría verse más afectado es la industria del entretenimiento.
Le puede interesar: Shakira anuncia nueva música y se prepara para sus conciertos en Colombia
Colombia se ha consolidado como uno de los epicentros culturales de la región, con un crecimiento sostenido en el sector del entretenimiento que, según el Dane, registró entre 2014 y 2024 un aumento superior al 130%. Solo en 2024, las actividades artísticas y recreativas crecieron un 8,5% y aportaron un 4,4% al Producto Interno Bruto (PIB) nacional, superando a sectores tradicionales como la construcción y la minería.
Sin embargo, este panorama podría cambiar con la nueva reforma tributaria radicada por el Gobierno nacional. En su artículo 25, el proyecto establece que los servicios de esparcimiento, culturales y deportivos con boletas que superen las 10 Unidades de Valor Tributario (UVT) —equivalentes a $497.990— deberán pagar una tarifa del 19%. Esto incluye conciertos, partidos de fútbol, funciones de teatro y otros eventos similares.
El impuesto se aplicará sobre el valor total de la entrada y cualquier recargo adicional, lo que podría encarecer significativamente el acceso a estos espectáculos y reducir la demanda. En consecuencia, empresarios del sector advierten que Colombia podría dejar de ser atractiva para la realización de giras de artistas nacionales e internacionales que requieren grandes inversiones.
El impacto no solo afectaría a los asistentes y organizadores. Estos eventos generan un efecto multiplicador en las economías locales: impulsan el turismo, benefician a hoteles, restaurantes, comercios y crean empleos temporales y permanentes en seguridad, logística y otros servicios.
De aprobarse la medida, los ciudadanos tendrán que pensarlo dos veces antes de comprar entradas a gran escala, lo que amenaza con frenar un sector que se ha convertido en motor económico y en una de las principales cartas de presentación cultural de Colombia ante el mundo.