El mundo del metal se vistió de luto este 22 de julio, cuando se comunicó públicamente el fallecimiento del llamado ‘Príncipe de las tinieblas’ Ozzy Osbourne a los 76 años de edad, y quien por años tomó la batuta de la legendaria banda, Black Sabbath.
La familia Osbourne comunicó la triste noticia a través de un emotivo comunicado: “Con una tristeza indescriptible, informamos del fallecimiento de nuestro querido Ozzy Osbourne esta mañana”. El músico estuvo acompañado por sus seres queridos en sus últimos momentos.
Canciones de Black Sabbath
- Paranoid
Paranoid no fue solo el segundo álbum de Black Sabbath: fue el momento exacto en que el rock dejó de ser una travesura juvenil y se volvió una advertencia oscura. Grabado en apenas unos días, sin la intención de cambiar el mundo, terminó siendo la banda sonora de un mundo que ya estaba cambiando. Actualmente esta canción cuenta con más de mil millones de reproducciones en Spotify, para ser exactos, 1.387.357.751.
- Iron Man
Este sencillo también hace parte del mismo disco Paranoid. Iron Man no es solo un riff inmortal, es el eco de una tragedia cósmica contada como si viniera desde el fondo de un pozo mental. La canción suena como si el tiempo se doblara: empieza con ese caminar torpe y metálico, como si el propio Iron Man estuviera despertando de un encierro en su mente… y luego, todo explota. Lo que hace especial a esta canción no es su fuerza bruta, sino su tristeza: detrás del personaje hay un hombre incomprendido que quiso salvar el mundo y terminó convirtiéndose en su castigo. La canción tiene 581.300.594 millones de reproducciones, la mitad de Paranoid.
- War Pigs
Con 379.560.772. La crudeza auditiva de la banda relata la conciencia del siglo XX transformado en guitarra y empezado a gritar. No es solo una canción de protesta; es una misa negra en la que los generales reemplazan a los demonios, y el infierno no es un castigo divino, sino una consecuencia humana.
- N.I.B
Una confesión demoníaca con perfume de blues. Desde ese bajo inicial que parece arrastrarse desde el inframundo, hasta la declaración de amor más torcida que el metal haya dado, todo suena a tentación elegante. Lucifer no ruge, seduce. Y esa es la verdadera transgresión de la canción: mostrarnos que hasta el mismísimo diablo puede amar… y que su amor también consume. Además, esta canción hizo parte de la película ¿Qué pasó ayer? parte 3. Actualmente cuenta con 163.401.013 millones de reproducciones en Spotify.

