A sus 28 años, el colombiano Thomas Cano suma un importante logro en su trayectoria profesional: Fillos do Vento: A Rapa, documental en el que participó como editor, fue seleccionado en la competencia oficial de experiencias inmersivas del Festival de Cannes 2025, una de las secciones más innovadoras del evento.
La obra, dirigida por el español Brais Revaldería, retrata la tradicional fiesta de los caballos salvajes en Galicia, España, a través de una propuesta experimental que combina proyecciones murales con sonido ambisónico, una tecnología de audio tridimensional que sumerge al espectador en la escena. Cano y su hermana, María Fernanda Ordoñez Morla, quien se desempeñó como Productora Creativa, formaron parte del proyecto desde sus primeras etapas. “Fue un proceso muy personal y desafiante. Verlo llegar a Cannes es una recompensa transformadora”, señala Cano.
Sonido tridimensional, caballos salvajes y talento colombiano: Thomas Cano brilla en Cannes 2025
Nacido en Bogotá y egresado de Comunicación Audiovisual de la Universidad de La Sabana, Cano ha desarrollado una carrera que combina el cine, la publicidad y el arte contemporáneo. Su nombre aparece en campañas globales para marcas como Adobe, Starbucks, Honda, Vogue y Marie Claire, y ha colaborado con artistas de renombre como Sara Jane Ho y Shirin Neshat. Radicado en Nueva York, ha liderado equipos de postproducción en Estados Unidos, sin abandonar su interés por proyectos sociales, experimentales y culturales.
Además, Cano es socio de su hermana en 100 Sutton Studios, una productora y espacio de alquiler de estudios que se ha consolidado en la industria audiovisual neoyorquina. Por sus instalaciones han pasado figuras como Becky G, Nelly Furtado y Lil Nas X.
La selección de Fillos do Vento en Cannes no solo marca un hito para Cano, sino que visibiliza el aporte del talento colombiano en producciones internacionales. “A veces los colombianos estamos presentes en grandes proyectos, pero pocos lo saben. Esta selección es una oportunidad para reconocer ese trabajo que muchas veces permanece anónimo”, concluye.