A medida que La Casa de los Famosos entra en su etapa culminante, la atención se centra en los nombres que conformarán la lista de finalistas. En este contexto de definiciones, una de las recientes salidas del programa fue la del reconocido actor caleño, el Flaco Solórzano. Su paso por la casa estuvo marcado por una estrategia de juego particular y por sus interacciones, a menudo cargadas de un tono amistoso aunque con ciertos roces, con Melissa Gate. Un tema recurrente en las conversaciones entre los participantes fue la relación del Flaco con su esposa, Lorena, quien no tardó en reaccionar públicamente a su eliminación.
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Lorena, quien estuvo a cargo de la gestión de las redes sociales de su esposo durante su permanencia en el reality, se dedicó a solicitar el apoyo del público a través de votos. A pesar de sus esfuerzos, el respaldo no fue suficiente para asegurar la continuidad del actor en la competencia, dejando un sentimiento de tristeza entre sus seguidores dentro y fuera de La Casa de los Famosos. Un aspecto que ha suscitado interés en torno a la pareja es la marcada diferencia de edad que existe entre ellos.
¿Quién es la esposa del Flaco Solórzano?
Lorena Altamirano también es actriz, además de ser productora y candidata a Miss Universe Valle del Cauca, donde ha sorprendido con su especial belleza; la relación de ambos es bastante especial y aunque la diferencia de edad los ha marcado, siguen firmes en su amor.
¿Cuántos años se llevan el Flaco Solórzano y su novia?
La historia de amor entre Fernando “El Flaco” Solórzano y Lorena Altamirano se gestó en el ámbito profesional, específicamente durante la producción de la película ‘La Caleta’ y la telenovela ‘Niche’, ambas dirigidas por Carlos Julio Ramírez. Fue en este entorno creativo donde sus caminos se cruzaron, dando inicio a una relación que ha logrado trascender el tiempo y consolidarse a lo largo de más de una década.
A pesar de la notable diferencia de edad que existe entre ellos –el reconocido actor cuenta con 61 años mientras que su pareja tiene 34, con una diferencia de 27 años–, Solórzano y Altamirano han construido una relación sólida y estable.
A través de sus redes sociales, comparten con sus seguidores momentos tanto de su vida personal como de sus proyectos profesionales, evidenciando una complicidad y un cariño mutuo que desafían las convenciones y los prejuicios. Su relación se ha convertido en un testimonio de que el amor y la conexión trascienden las cifras y se fundamentan en la admiración, el respeto y el apoyo constante.