El pasado 17 de mayo Andrés Calamaro desató polémica por sus palabras en La Arena Cañaveralejo tras mencionar: “Quiero dedicar esta canción a todos los toreros, ganaderos, banderilleros y aficionados que se quedaron sin trabajo, porque votaron para eso, para dejarlos en la calle”, pero al no tener la respuesta que esperaba por parte del público, añadió diciendo: “Lo siento, están cancelados, hasta nunca”. Dichas palabras, solo eran un hecho anunciado de años de carrera envueltas en polémicas que han sido más fuertes que su propia música.
Calamaro quedó en el olvido y su música habla por sí sola
Todos en algún momento han escuchado canciones como Flaca (1997) y Cartas sin macar (1998) canciones que son de las pocas cosas de calidad que ha hecho Calamaro en más de 30 años de carrera. Como diría Ricardo Durán, editor de Rolling Stone en español: “Hace décadas que canta como piensa”. (haciendo referencia a las declaraciones del argentino en Cali).
Basta con echarle una pasada a los últimos discos de Calamaro: Dios los cría (2021) y Cargar la suerte (2018) para darse cuenta de que musicalmente es más de lo mismo, y vocalmente descuidado. Además, de publicar -innecesariamente - un disco quíntuple.
Las polémicas más grandes de Andrés Calamaro
Como se ha mencionado al inicio de esta nota, Andrés ha sonado más por sus polémicas que por entregar música de calidad. Desde inicios de los 2000 cuando tuvo un enfrentamiento con Charly García por tener una amistad cercana con Mónica García, la entonces pareja sentimental de Calamaro, llegando a lanzarse pullas públicas mutuamente.
Sus constantes transmisiones en vivo por horas en Facebook durante la pandemia y bajo los efectos de sustancias psicoactivas, también desató comentarios negativos en su contra. En noviembre de 2023, generó debate por su apoyo al entonces candidato presidencial argentino Javier Milei. También ha tenido cruces con otras figuras públicas como la humorista Malena Pichot.
La última carta a los colombianos
Después de conocer todo lo que ha sucedido en torno al concierto en la capital del Valle del Cauca, entre el extenso texto, el argentino mencionó: "i el argumento energúmeno para discutir la existencia de la tauromaquia es la piedad hereje por los animales entonces no sigan comiendo carne y llámese veganos. Claramente, la gastronomía saca de circulación a millones de animales por minuto y está en duda si se trata de hedonismos, alimentación, arte o industria. Luego la batalla de argumentos deja a los nazi animalistas como una panda de resentidos, incultos hijos de puta que no tienen más argumentos que acusarme de borracho (soy abstemio y jamás subí a un escenario borracho) o desear heridas lacerantes a mi madre ya fallecida“.
Pero en medio de su carta, con una evidente molestia, recordó los momentos que vivió en Colombia con la tauromaquia: "Vi toros en Colombia, vine a Manizales para la fiesta de la virgen y las velas, un entrañable festejo popular y un festival lleno de figuras. Morante, Julián, Castella y Pepe Manrique que me brindó un toro".

