En los últimos años, el turismo musical ha emergido como una de las industrias más grandes en Colombia. Impulsado por un flujo constante de visitantes tanto regionales como internacionales, el país se ha convertido en un destino clave para quienes buscan disfrutar de espectáculos de primer nivel. Desde conciertos de íconos de la balada como Luis Miguel hasta las presentaciones de artistas de renombre mundial como Eric Prydz, Linkin Park y Travis Scott, Colombia ha consolidado su lugar en el circuito global de la música en vivo, atrayendo a fanáticos y artistas por igual.
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El impacto de este fenómeno se refleja en las cifras. En el último año, la plataforma de boletería Taquilla Live registró la venta de entradas a más de 34.000 usuarios extranjeros, mostrando creciente atractivo del país como epicentro de eventos musicales de gran magnitud. Esta tendencia refuerza el posicionamiento de Colombia como un destino predilecto para el turismo cultural en Latinoamérica. De acuerdo con un informe de Collinson International, que analizó el comportamiento de más de 8.500 viajeros en 17 países, se estima que la industria del turismo musical alcanzará los 13.800 millones de dólares para el año 2032, destacando el potencial de crecimiento de mercados emergentes como el colombiano.
El impacto económico de esta industria va más allá de la taquilla de los conciertos. La llegada de grandes eventos impulsa sectores clave como la hotelería, la gastronomía y el entretenimiento. Según datos del Coliseo MedPlus, en 2024 sus eventos generaron alrededor de 13.000 empleos indirectos, contribuyendo significativamente a la economía local.
Según el informe de Collinson International, el 84% de los aficionados ha viajado a otras ciudades o países para asistir a eventos musicales o deportivos, y un 31% de ellos ha regresado o planea regresar en el futuro, generando un ciclo de crecimiento continuo en la industria. Este patrón se hizo evidente en Bogotá con el Festival Estéreo Picnic, que en una de sus ediciones atrajo a más de 30.000 turistas nacionales y 11.000 internacionales, generando un impacto económico superior a los 70.000 millones de pesos en gastos relacionados con alojamiento, gastronomía y entretenimiento.

