En 1967, Gabriel García Maŕquez publicó su obra cumbre: Cien Años de Soledad, la novela que dio a conocer el término de realismo mágico, narra la historia de la familia Buendía a lo largo de siete generaciones en el pueblo de Macondo, pueblo que si bien no tiene una ubicación real, ‘Gabo’ se inspiró en pueblos como Mompox para recrear esta historia que explora temas como el tiempo, el amor, la soledad, las pérdidas, la muerte y el destino, mientras entrelaza elementos fantásticos con la realidad de la vida cotidiana, y temas más controversiales como la brujería y el incesto. Además, retrata la historia de Colombia con las guerras civiles que enfrentaron a los nacientes partidos liberal y conservador que debatían las ideologías de régimen federalista y centralista en el país mediados del siglo XIX y mediados del siglo XX.
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¿Por qué José Arcadio Buendía resultó siendo el reflejo de la vida de Gabriel García Márquez?
Hablar de José Arcadio Buendía en 2024 en la pantalla, podría verse como uno reflejo de lo que llegó a ser la vida de Gabriel García Márquez por su curiosidad, la creatividad, y la inquietud, el cuestionamiento constante por las cosas y sucesos que lo rodeaban, pero que al final, el olvido llegó a su vida afectado su memoria e ir apagando progresivamente sus mentes. Publimetro Colombia habló al respecto con Diego Vásquez, quien interpreta a José Arcadio adulto en la adaptación audiovisual de la novela.
“Siento que inclusive después de que me dijeron que yo había sido escogido para interpretar a José Arcadio Buendía, no sabía qué estaba pasando. Para nosotros los actores los procesos son deconstructivos y desde la deconstrucción volver a arrancar. Has hecho un parangón muy interesante entre la vida de ‘Gabo’ y ese José Arcadio Buendía, que es casi que premonitorio, ¿no? Es la posibilidad de entender que cuando tú estás arriba, cuando tú eres el líder, cuando tú eres el hombre, la cabeza de este cuerpo gigante que se llama Macondo, de repente empiezas a deteriorarte, empiezas a caer y empiezas a trascender otra vida, más allá de la que tú construiste y te quedas en ese mundo solitario, en ese universo solo junto a ese árbol de castaño y desapareces casi de la tierra, tal como de día a la noche. Es un parangón muy hermoso, es una metáfora muy bella, y para mí sigue siendo como un ejemplo todavía para cómo es el proceso creativo de los actores, de dónde podemos salirnos para darle verdad a lo que somos”, mencionó Diego.