El nombre de Christpher Uckermann había sido directamente asociado a su paso por RBD, una de las bandas pop que marcó en la adolescencia y niñez de la generación de los 2000. Como artista, es natural que la percepción de sí mismos cambie, y por ende su relación con la música también, y un ejemplo de ellos es ‘Pase lo que pase’, el primer adelanto de lo que será su nuevo trabajo como solista con la mirada desde la einvención, y el significado de sí mismo a través de cada acorde “La percepción ha ido evolucionando mucho, he tenido la oportunidad de lanzar álbumes y EP desde el 2011, pero en este caso decidí poner en pausa todo lo actual. Ahora, de alguna manera, sumergiéndome más en mi ser, en decirle a la gente ‘este soy yo, esto es lo que quiero comunicar’. Además, contento porque es un proceso muy personal, un proceso de meterme al estudio y solo hacer música, la gente que ya me conocía está muy conectada con eso, y gente que no. Me sorprendió con un público nuevo que no me conocía y eso es muy bueno porque van a conocer una parte de mí que pues no han conocido al final. Esa es la idea”, menciona Christopher.
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Uno de los retos que tienen los seres humanos es el tratar de definirse a sí mismo, ejercicio que para los artistas puede llegar a ser un poco más catártico hacerlo mediante la música y exteriorizar, sobre todo desde la individualidad, después de haber pasado un proceso de madurez y exploración “Creo que a través de todo lo que he aprendido, tanto personal como musical, es lo que se está viendo reflejado. Hablando justo del sencillo, que es un tema, todo este álbum a mí representa para mí una cuestión metafísica, porque me gusta mucho la innovación y justo se metieron en este álbum conceptos metafísicos relacionados con la conciencia, con el futurismo, de hacia dónde va la conciencia humana. Me encanta la filosofía, entonces aplico todos estos conceptos filosóficos en la música, entonces es una especie de filósofo musical”, añade Uckermann.
Y sí, el generar preguntas, es lo que más destaca en este primer sencillo, pero también lo son las exploraciones sonoras que poco a poco se ha estado incluyendo en el pop latinoamericano desde hace unos años para acá “Tiene toques electrónicos, pero en cuestión beats, no va a ser lo electrónico. Tiene guitarras muy rítmicas, porque de alguna manera con este álbum tengo mucho que decir, tengo mucho que contar, y de buena manera estoy aterrizando todo eso que ha estado durante muchos años ahí. En cuestión de sonidos me gusta mucho irme a lo clásico que yo escuchaba tal vez antes. Tengo muchas influencias de Prince, Queen, Jamiroquai, que son tal vez muchos de esos artistas que ya no están aquí en la tierra, pero influenciaron mucho mi camino musical. Me considero un músico, soy un músico y me gusta realmente componer, entonces para mí ese proceso de componer también es muy personal en cuestión de sonidos”.
Debido a muchos cambios humanos, en cada nuevo ciclo de su vida sea artística o personal, siempre quedarán en descubrimientos personales en cada proyecto personal, que en el caso de Christopher “Siempre es un espejo, yo termino de componer y luego hasta escucho mis temas ya en producción, y comienzo a ver cosas de mí y digo, ‘esto es algo que se repite, o esto es algo que voy descubriendo de mí’, me voy reinventando, y como digo, siento que sí había mucho que contar. Ni siquiera lo pude contener, fue meterme al estudio y salían canciones, y salían canciones, y salían canciones. Tengo la guitarra, y de repente me toca agarrarla, y el otro día compuse un tema en tres horas, porque así tengo mucho que decir. En el pasado, en un tema en particular me tardé dos años en terminarla, porque como para mí mi proceso de composición no necesariamente tiene cierto límite de tiempo, porque la gente pide un proceso sencillo, como ‘se consume así’, entonces ya no consumes sencillos, sino consumes universos, y justo siento que esta (Pase lo que pase) es la era perfecta para mí, porque me gusta construir universos, sobre todo porque va relacionado con lo filosófico, precisamente por eso, y los sigo construyendo. Es como mostrar partes de mí, pero de cómo veo el mundo también, y todo lo social también. Hay muchas influencias en todo lo que pasa en el mundo a pesar de esa reinvención de mí, de que me gusta trabajar, entonces de alguna manera es una catarsis. Es una transmutación”.