La mayoría de los colombianos suelen bendecir sus vehículos por varias razones, muchas de las cuales están relacionadas con creencias y prácticas culturales y religiosas. Aquí algunos de los motivos más comunes:
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Por medio de estos rituales, los conductores pueden pedir protección y seguridad divina contra accidentes y peligros, siguiendo tradiciones culturales y religiosas que brindan una sensación de paz mental y tranquilidad. Esta práctica también es una expresión de fe, demostrando devoción y confianza en una deidad, y se considera una forma de iniciar con buena fortuna y éxito un nuevo capítulo al adquirir un vehículo.
Es así como los propietarios tanto de carros como de motocicletas recurren a mandar bendecir sus vehículos, ya sea por alguna autoridad religiosa en las diferentes parroquias o incluso por ellos mismos. Para obtener la gracia divina solo es necesario tener fe, es por ello que los mismos conductores pueden recitar una oración apropiada para bendecir su moto o su carro para sentirse más seguros a la hora de transitar por las vías.
Para una motocicleta, la bendición puede ser una manera de solicitar la protección divina contra cualquier peligro y de pedir que Dios guíe al motociclista en sus trayectos. Asimismo, esta bendición puede servir como una muestra de gratitud hacia Dios por la moto y por la oportunidad de disfrutar de la pasión por el motociclismo.
Oración para bendecir una motocicleta
“Oh Dios en este día te pedimos que bendigas esta motocicleta y a todos los que la conduzcan. Concede tu protección divina sobre cada viaje que realice, guardándola de todo peligro y percance en el camino. Que este vehículo sea más que un medio de transporte, sino también un símbolo de libertad, aventura y compañerismo. Que cada vez que el motor ruge, sea un eco de tu bondad y misericordia. Que cada curva y cada recta sean guiadas por tu mano, y que cada encuentro con otros en la carretera sea una oportunidad para mostrar tu amor. Concede a quienes viajen en esta motocicleta un espíritu de responsabilidad y precaución, pero también de gozo y gratitud por la oportunidad de disfrutar de la belleza de la creación que nos has dado. Que este vehículo sea un recordatorio constante de tu presencia en nuestras vidas, y una herramienta para llevar tu luz a donde quiera que vayamos. Te lo pedimos en el nombre de tu amado Hijo, Jesucristo. Amén”.