La historia de las siamesas Carmen y Lupita Andrade ha sido de admirar durante años, pues desde su nacimiento sus padres acudieron a los mejores médicos con el fin de intentar separarlas, hasta que esta opción se hizo imposible por los riesgos que implicaban a ambas.
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De hecho esta fue la razón por la que en 2002 los padres de las niñas mexicanas se fueron a vivir a Estados Unidos para ofrecerles un mejor futuro.
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Hoy, con 22 años, estas jóvenes intentan llevar una vida normal en medio de sus limitaciones.
Y prueba de esto es la relación que ha logrado construir Carmen con su novio Daniel, con quien lleva más de dos años gracias a una serie de condiciones que pactaron con Lupita, la joven que se declaró asexual.
Ellas son siamesas onfalópagos, es decir que están unidas a la altura del ombligo, tienen dos brazos cada una, pero una pierna cada una. Además, compartir pelvis, así como el aparato reproductor.
Carmen encontró el amor a través de una aplicación de citas y ahora Daniel dice que la ama tal cual como es. Tienen planes de irse a vivir juntos y hasta casarse.
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Sin embargo, por respeto a Lupita, no mantienen relaciones íntimas e involucran a su hermana en la toma de decisiones de la pareja. Por eso, Lupita suele escoger en algunos momentos los lugares de sus citas.
De hecho, Daniel tiene una muy buena relación con su cuñada, con quien acostumbra a hablar mucho.
En una entrevista la joven explicó que, al principio, la relación fue “bastante rara”, pero poco a poco las cosas fueron fluyendo y ahora se llevan de maravilla.