En la sociedad colombiana, pese a los avances logrados durante los últimos años, el tema de la identidad y orientación sexual sigue siendo un tabú, especialmente dentro de ciertas comunidades. Pamela Carupia, mujer trans Embera, ha luchado toda su vida para romper con los paradigmas y dignificar a la comunidad trans.
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Según el relato de Carupia, las personas identificadas como trans son fuertemente castigadas, pues es algo que no es bien visto públicamente. Así, los castigos incluyen forzarlas a trabajar durante años para ganar su libertad, dejarlas a la intemperie amarradas o, incluso, desterrarlas de los resguardos.
Por esta razón, la trayectoria de Pamela no ha sido nada fácil. Desde su infancia, sufrió el rechazo de los demás niños y, más adelante, cuando cumplió los 14 años decidió salir a la calle, por primera vez, vestida con prendas femeninas. A raíz de esto, su padre se fue de la casa. Sin embargo, su madre, Ana Cecilia, siempre la apoyó.
A los 16 años ingresó al equipo de fútbol masculino y ya comenzaba a soñar en ocupar un cargo de poder dentro de su resguardo, Karmata Rua.
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Fue así como, con años de trabajo y perseverancia, hoy Pamela se desempeña como líder en la comunidad, en donde se encarga de un grupo de mujeres trans, llamadas ‘Hijas de la niebla’, que se expresan mediante el arte.
La labor que ha hecho la ha llevado a participar en proyectos de gran importancia y, de hecho, sus joyas y accesorios llegaron a oídos de la primera dama, Verónica Alcocer, y su hija, Sofía Petro, quienes lucieron algunas de sus piezas durante la posesión del nuevo presidente Gustavo Petro.
Su historia, llena de resignificación y empoderamiento, será parte del documental ‘Wërapara, chicas trans’ de la directora Claudia Fisher, que llegará a las salas de cine del país en junio del 2023.
