Un drama turco está acaparando la atención de todos. Se trata de ‘El violín de mi padre’, una propuesta que llegó para cautivar a los amantes de la música y para remover las fibras de las emociones.
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Y es que esta película está orientada a mostrar cómo a través de las más sublimes melodías, un hombre muy solitario y de sentimientos muy fríos es capaz de incentivar a su sobrina que quedó huérfana a apasionarse por este instrumento y cómo a través de él sellar vínculos que no imaginaban que podían tener durante el desarrollo de esta trama.
Su sinopsis atrapa a cualquiera, pues revela que a través de la música y el amor, todo se vale y esto permite acercar a quienes se consideran lejanos o insensibles: “A través del dolor y la pasión por la música que ambos comparten, una niña huérfana forja un vínculo con su exitoso pero distante tío violinista”.
Razones para no perderse ‘El violín de mi padre’
Hasta ahora ‘El violín de mi padre’ se ha convertido en una de las producciones más emotivas, sensibles, pero sobre todo auténticas y románticas si se quiere, pues a través del amor y la pasión por la música se desencadenan una serie de desenlaces esperados por la audiencia y que son capaces de brindar las más importantes lecciones de vida.
Aquí también se manifiesta de principio a fin el lenguaje universal de la música y cómo a través de sus escenas en las que se reproducen las más sonoras melodías se puede crear un ambiente mágico en medio de la sobriedad de su personaje principal. Esto sumado a la increíble participación de sus reconocidos actores quienes han sido capaces de transmitir todas las emociones y que van más allá de la pantalla.
A esto se le suma el intenso argumento dramático que se presenta una vez que la pequeña es dejada en un orfanato. Aquí ella experimenta una vez más el dolor de la separación, pues tras la muerte de su padre, su tío, se encarga de ella, pero al no saber cómo lidiar con su crianza decide dejarla en un lugar de cuidado a infantes en el que ella por iniciativa propia también despierta su interés por tocar el violín tal como lo hacía su padre y ahora su tío a quien luego de una tregua comienzan a hacerse aliados y los mejores compañeros de música.
Todo ello atrapa, pues hay mucha sensibilidad visual, argumentativa. Pero sobre todo lo que capta la atención es cómo una niña de tan solo 8 años asume la perdida de sus familiares más cercanos y cómo se refugia entre los hobbies o pasiones que ellos tenían.
De esa forma logra tenerlos cerca y a través de lo que siente surgen las más intensas y sentimentales melodías que solo ella sabe canalizar a través de la ejecución de ese instrumento que le devuelve la vida y le permite además acercarse a quienes desconocía, pero se harán cargo de ella. Es una historia digna de ver para reflexionar sobre la vida y el amor de familia.
