Así lo dieron a conocer Rodríguez y Lozano a través de un par de entrevistas que les fueron hechas para el programa “Se dice de mí” de Caracol Televisión.
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Los hechos sucedieron cuando este se fue de su casa a vivir a una en La Candelaria. “Llegamos de función y de pronto yo oí que tocaron en el vidrio, pero eso era imposible porque era altísimo”, comenta Lozano.
“‘Es que hay alguien ahí, hay alguien ahí', me decía y yo ‘No, mi amor, no hay nadie. Estamos en un tercer piso’”, cuenta Rodríguez, después de eso escucharon una “risa macabra” de película de terror.
Para Rodríguez, en ese momento era imposible mudarse, así que cuenta que se vio obligado a convivir con él. Este lo acompañaba siempre que subía las escaleras, le cerraba puertas de tacazo, y asustaba a los amigos que invitaba a casa.
Un día decidió contactarlo a través de un médium, que utilizó una tabla ouija para la labor. Lo empezaron a invocar y llegó, en seguida le preguntaron si le molestaba que lo llamaran a hablar con ellos, este recorrió la tabla hasta la palabra “adiós”, y nunca más se volvió a saber de él, asegura Rodríguez.
Aquí encuentra su experiencia completa: