Podría decirse que la película en la que Hanks interpreta a Chuck Noland, un analista de sistemas que vive para trabajar y cuya obsesión por el tiempo lo consume, tiene como personaje principal también a Wilson, un balón de voleibol que termina en la misma isla en la que el actor queda completamente solo tras naufragar.
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La cinta, dirigida por Robert Zemeckis, fue estrenada en el 2000 y recaudó 429,6 millones de dólares en ese año, siendo la tercera con más ganancias del mismo, tan sólo siendo superada por Misión: Imposible II y Gladiador.
La historia de balón comienza cuando a la playa de la isla en la que se encuentra Noland, empiezan a llegar diferentes paquetes que viajaban, como él, en el avión que perdió el control y terminó en el mar. La mancha que en él tras ser golpeado por el náufrago, mientras este tenía su mano llena de sangre, le recuerda una cara y a falta de un compañero humano, empieza a tratarlo como a uno.
Su nombre “Wilson”, es tomado de la famosa marca de implementos y productos deportivos estadounidense.
Este prop, la palabra usada en el ámbito audiovisual para denominar a los accesorios utilizados por los personajes en determinadas escenas, fue subastado hace algunos días por una cifra de 308 mil USD, casi mil doscientos millones de pesos colombianos. Alejándose de los 80 mil USD por los que se tenía pensado se realizaría la compra.
Aunque la película fue nominada a 2 premios Oscar, que se llevó Gladiador, los premios de crítica de la Broadcast Film Critics Association le concedieron a Wilson uno como “Mejor objeto inanimado”.